El Chico Asiático ©

Halloween parte 2

Felipe

Mire mi celular, las 5:00, tomé el auto "prestado" de mi papá, hace un rato antes de que me llamara por teléfono Bastian para empezar el plan. Había faltado a la escuela ese día por órdenes de Bastian, antes de ir a mi destino pase a comprar gasolina y algunos cigarros.

- de verdad no puedo creer que las cosas vayan a terminar así... - mire algo distraído y al mismo tiempo triste hacia el acelerador y lo apreté, en menos de 30 minutos ya había llegado al lugar.

- bueno empezamos - camine por el patio, revisé la casa entera por afuera, no había nadie. Entre por la ventana rompiendola con el bote de gasolina, tomé la gasolina y subí al segundo piso de la casa, al parecer la puerta de la habitación del asiático estaba con llave. La casa entera estaba vacía, Menos mal no me quería convertir en un asesino. Tomé todo el bote y lo esparzi por toda la casa, me senté en el patio y me puse a fumar. Con cada cigarro que me fumaba se acercaba más el final de la casa.

- la verdad no odio al asiático, por que hago esto ? - dije mientras terminaba uno de los cigarros. Cuando vi debajo de una roca, la carta de amor del asiático.

- mierda que tierno...- dije mientras me la guardaba en un bolsillo del pantalón.

Una lástima que lo hubieran rechazado la verdad.

Termine el último cigarro y con su colilla aún prendida lo tire al piso con gasolina. Estaba apuntó de irme cuando un sonido desgarrador me llega a lo más profundo de mi alma.

- un perro ? - dije mientras una bola dé fuego salía corriendo hacia mi y yacia en frente mío, con aullidos de agonía.

- que acabó de hacer... Soy un monstruo... - dije tirando me encima de la tierna criatura ahora ya muerta por mi culpa.

Los vecinos empezaron a salir, entre ellos esa tal Lissett, que al ver la casa quemada y a mi corriendo de esta, sólo fue y con otros vecinos intentaron apagarla, hasta que sólo quedó un pedazo de carbón gigante y un tierno perro carbonizado

Subí a mi auto y me quedé ahí llorando

- soy un asesino... - mi teléfono sono, vi la hora las 6:30, respondí

- Felipe, soy yo Bastian. -

- m-mate a un perro... No merezco vivir. -

- de que hablas idiota... Mira ya no importa okey, ven Necesitamos terminar el plan -

- y-ya voy - en ese mismo momento siento a alguien subirse a mi auto por la parte delantera. Miro por la ventana y era la chica con el flequillo mal hecho.

- Bastardo - dice gritando mientras golpea el vidrio. Yo sólo aceleró. Lo más rápido que puedo, sin ver mucho, por la chica que hiba delante mío.

Hasta que siento un tremendo golpe y unas paredes rompiéndose.

- justo donde quería... - veo el gigantesco galón de gas al frente mío, que conectaba por toda la escuela.

- eres... un maldito... - dice la chica tosiendo sangre mientras intenta pararse, hasta que lo logra con dificultad.

Yo salgo de dentro del auto, y al pisar mi pierna se rompe, el impactó del auto contra la escuela me dejo muy mal.