Capítulo 03

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—Hmph! Guardias..¡¡Ataquen!! —Viendo la arrogancia del desagradable sujeto, la reina Pucca resolplo con desdén y no espero ni un segundo para demandar a los guardias apresar al intruso.

—AAARRGH!! —Los valerosos hombres fueron al ataque y primero decidieron comenzar con sus seguidores.

Eran más, por supuesto que tendrían la victoria, es lo que pensaban. Sin embargo, —Que..¡¡¿Que?!! —Los guardias se quedaron en shock al ver que sus armas, aunque traspasaron el cuerpo de los bárbaros de piel grisácea, no parecieron hacerle efecto alguno. Es más, los bárbaros al recibir el ataque, fueron a la ofensiva, derribando a muchos de ellos.

—No puede ser!! ¿Que brujería es esta? —Los consejeros, incluso la reina se quedaron boquiabiertos. Y el rey Muji reía complacido por sus miradas de desconcierto.

—Muahahaha!! Es inútil, es inútil. Mis zombies no pueden ser derribados por sus débiles ataques.

—kugh! —La reina Pucca, rechisto amargada, sin saber como proseguir. Sus soldados no podían hacer nada contra los no muertos y el numero iba bajando con cada embestida.

Pero ante la desesperación una voz heroica se oyó aliviando a todos los presentes. —Hum-hum! No temas mi amada. Tu caballero en brillante armadura esta aquí para protegerte. —Era por supuesto el egocéntrico capitán Garu. Que al desenvainar su brillante espada, se dispuso valeroso a acabar con el líder de los no muertos.

—Woooaaah! El rey Garu nos salvará. Huraaaa!!! —Los presentes victoreaban a su héroe, no había dudas que ganaría. De tal forma que ya lo titulaban como el rey Garu, cosa que a la reina Pucca le causó ganas de vomitar.

—Orraaaa!!  —Con un grito de guerra, Garu corrió hacia Muji con el propósito dé acabar con su villania. —[Hahaha! Con esta victoria no hay duda que Pucca se enamorará perdidamente de mi. Hahaha. Ah~ Soy tan increíble.] —Pensaba petulante, creyendo absolutamente que no podría perder. —¡¡MUERE!! —Lanzando un último grito, salto varios metros en el aire y extendiendo su lujosa espada hacia atrás, tenía la intención de cortar a Muji por la mitad.

Sin embargo, sus planes no resultaron como esperaba. —Hmph! Eres una sabandija..¡Desaparece! —Al exclamar un bufido lleno de desdén, el bigote de Muji se transformó en un enorme puño que golpeó de lleno én el cuerpo de Garu, abollando con mucha facilidad su brillante armadura.

—Gwuaaahhh!! —Garu grito de dolor y por la inercia voló por los aires, siendo despedido como una flecha por la ventana.

—Ehhhhhh?!!!!!! —Todos los presentes se quedaron estupefactos, y Pucca solo pudo suspirar insatisfecha por la derrota patética del afamado héroe.

—Oh, no! Que vamos a hacer? —Sabiendo que su única esperanza había desaparecido, Los nobles temblaron de miedo y perdieron toda esperanza de sobrevivir.

—Muahahaha! Mi reina, creo que no tienes opción. Si no vienes conmigo correrá la sangre en esta sala. —Con su risa molesta y macabra, Muji daba una amenaza directa a la reina, ordenando irse con el o mataría a todos los presentes.

—Kugh! —La reina Pucca estaba furiosa, he indefensa. Tenía la habilidad para escapar, pero eso causaría que Muji no sólo matara a los invitados, también seguiria su matanza con las personas de afuera, que esperaban impacientes a que diera el nombre de su consorte real.

Debido a esto, apretó los puños con fuerza y resignada bajo de su trono y camino lentamente hacia los brazos del malvado captor.

—Gyehehe! —Al ver que obedecía sus caprichos, Muji reía de forma desagradable y lamia sus labios mientras imaginaba lo que le haría a la bella reina al tenerla en sus manos.

Enamorada de un mendigo. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora