3- Rescatando a Lucy
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Los amigos son ángeles que se levantan cuando tus alas han olvidado como volar.
-Anónimo
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Otro tono de llamada resonó en la casa. Lucy frunció el ceño aun medio dormida, había decidido dormir un poco más, pero obviamente alguien no quería que disfrutara de su suave cama.
Se removió para extendió la mano a ciegas, buscando su celular, cuando lo encontró contesto sin mirar el número, tal vez era Julie para saber sobre el nuevo inquilino.
-Hola- Respondió en un tono ronco por el sueño.
-He… ¿Hola?- Saludo una voz masculina, Lucy frunció más el ceño, no reconocía la voz, pero era familiar.
-¿Si?- Pregunto mientras se levantaba, empujado al gato negro que estaba hace unos minutos estaba en su estómago, se sorprendió del que gato se allá acostumbrado rápidamente a ella, pero lo dejo de lado, ahora estaba intrigada por la llamada.
-Soy yo- Cuando Lucy no contesto, se oyó un suspiro- Valentine, el que atropello el gato ayer.
Lucy se sintió avergonzada, apenas vio al chico ayer y ya se había olvidado de él.
-Lo-lo siento, estoy un poco adormilada.
-No importa- Se notaba con el tono de voz que estaba haciendo lo imposible para no reír- ¿Oye, no estas ocupada? Es que quiero ver sobre el atropello del gato- Ante la última palabra el gato dejo de hacer lo que estaba haciendo y puso su orejita en el teléfono para oír la conversación. Lucy solo pudo reír ante el gesto tan humano.
-¿Es chistoso eso?
-No, es solo que el afectado te está escuchando
-Oh, hola gatito- De parte del gato solo se escuchó un bufido, pero Lucy pudo ver que la espalda del gato se tensó, como si quisiera atacar a la persona de la otra línea.
-Sí, bueno- Comenzó apartando un poco al gato- sobre el atropello, ¿Cuándo?
-¿Te parece hoy? Puede ser en mi casa, o en la tuya.
-No, no, no. Mejor en una cafetería.
-Si me parece, ¿Pero por qué no en tu casa?- Ante esta última frase tanto el gato como Lucy se tensaron.
-Simplemente no te conozco, por lo que no tengo porque llevarte a mi espacio personal- Contesto con frialdad. La otra quedo por un momento en silencio.
-Por supuesto, ¿Dónde?
Después de arreglar el lugar acordado y la hora, Lucy se recostó nuevamente en su cama, lo único que quería era dormir. Miro su celular y encontró un mensaje de Julie.
Julie:
Hola, ¿Puedo llamarte?
Lucy:
No
Un minuto después recibió la llamada de Julie, su conversación se centró básicamente sobre el gato y como se estaba comportando, luego sobre la llamada de “El chico sexy”-Como lo llamo Julie- y finalizando con la pequeña hermana de Lucy.
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La Maldición Del Gato Negro
Roman d'amourDe día ellos pueden ser tanto humanos como bestias, pero por la noche solo bestias, nadie sabe por qué pasa esto, ya que ellos lo tienen que averiguar por sí mismos. Lucy Lewis tiene una vida muy normal, lo único que le molesta de su vida es que pue...