No era más que un ser sin nombre ni amo, andaba por una de las oscuras sendas de aquel bosque que hace tan solo unos días había proclamado como mi hogar.
Pase años tranquilo andando por sus sendas sin sufrir ni una molestia, todo lo necesario me lo daban los árboles y plantas que me rodeaban.
Aún recuerdo mi época de humano siempre fui repudiado por el resto fui criado por el dolor y el sufrimiento.
Siempre solo y sin un solo punto de apoyo metiéndome en líos sin siquiera quererlo pero aun así seguí ayudando a todos por mucho daño que me hubiesen causado yo los protegí a todos y así me lo pagaron míseros humanos nunca sabrán por mucho daño que ahora les cause lo que yo tuve que sufrir.
Ausente de sentimientos sin importarme nada avía aterrado naciones por siglos.
Ahora tras más de mil heridas he vuelto a mi querido bosque, donde me encerraré nuevamente hasta que mi ira nuevamente me consuma y vuelva a salir de caza renaciendo así la leyenda del verdadero sufrimiento.
