Ghost Of You

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Era un 13 de agosto y Luke lo sabe muy bien. Es una fecha muy importante y dolorosa, le recuerda el mayor error que pudo haber cometido en su vida o como él solía decir: El recital que jamás dió su comienzo.

Tal vez el destino jugó una muy mala pasada con el pobre chico, pero sólo éste sabe por qué lo hizo.

¿A quien engaña? No puede culpar al universo que da oportunidades únicas. Por esa razón Hemmings nunca supo: la suya fue más que exclusiva.

Dejó su chaqueta de cuero colgada en el pasillo del departamento, para ir a la gran sala que tenía este. Grandes cuadros de pinturas adornan las paredes de color blanco mate, acompañados de algunos estantes con fotos de él y su familia, de su hermosa mascota llamada Petunia, pero no hay ninguna de ella ya que eligió por su bien quitarlas, o al menos la mayoría. Solo dejó dos que eran de un viaje que habían hecho juntos a la bonita playa de Mission Beach, una pequeña ciudad situada en Queensland, Australia.

En una están tomados de la mano mirando hacia el mar mientras el sol se oculta por el horizonte, provocando que en el retrato se pueda apreciar la sombra de ambos junto a los destellos de la estrella más grande del sistema solar y el maravilloso océano de un azul bien profundo al igual que las resplandecientes iris del rubio. Hemmings recuerda muy bien como consiguió la segunda imagen instantánea, ya que la tomó él mismo cuando la muchacha se distrajo mirando hacia adelante, mientras su café descansaba entre sus dedos y en éste se podía apreciar la marca de lápiz labial que ese día se colocó, así como también una radiante y hermosa sonrisa brillante. Recordó el golpe que la chica le había propinado ya que no le gustaba que le tomaran fotos así, pero después terminó aceptando.

El joven decidió dar una limpieza general al hogar donde reside ya que prácticamente odia ver su casa totalmente desordenada. Y claro, era difícil mantenerla en orden con el trabajo que tiene, fácilmente se llena de polvo los muebles de madera oscura, o el mismo suelo.
Aún tiene algunas cajas que quedaron de la mudanza que jamás fue, porque sí, quería intentar seguir con su vida pero la nostalgia le ganó de antemano. Después de vaciar las primeras dos que contenían cosas antiguas y otros elementos que sabe bien que no usará, se encontró con la última. Su pecho se contrajo al recordar por qué la escondió. Ya sentado sobre el piso de parqué comenzó a sacar el contenido de esa caja rosa bebé, encontrándose con más recuerdos. Había algunos perfumes femeninos con la mitad de su líquido, maquillaje casi sin usar, y vestimenta. Entre todo eso encontró la vieja camiseta de Led Zeppelin que ella usaba con frecuencia.

Él decía que fueron muy jóvenes cuando se conocieron, por ende que eran muy tontos para pensar que era amor lo que tenían; pero ni él se lo creía, porque realmente sintió ese afecto por ella, uno que era muy difícil de encontrar, y logró darse cuenta de ello demasiado tarde.

Las lágrimas salieron sin pedir permiso, haciendo que el dolor en la cabeza se haga más fuerte y las ganas de quitarse ese sentimiento que lo mata por dentro también crezca.

Encontró una botella de una bebida alcohólica. No le importó lo que era, simplemente le quitó la tapa y comenzó a beber, intentando ahogar  los recuerdos que le provocan sufrimiento. La garganta le quema, pero más lo hace su alma al revivir cosas pasadas; su sobriedad estaba desapareciendo, pero lo que más desea que se vaya no lo hace.

Ya no sabe si es producto de la ebriedad, o lo que está viendo es realmente cierto, pero quiere creer lo segundo. Delante se encuentra una bella chica de cabello castaño puro al igual que sus ojos, piel levemente bronceada y algunas pecas adornan por debajo de sus ojeras que tanto no se notan. Un vestido completamente blanco lleva puesto por lo que parte de sus piernas y pies logra ver...

Es ella.

Poco a poco se levantó del lugar para acercarse a lo que sus ojos no terminan de creer, provocando que las comisuras de la joven se levantaran en una sonrisa que Luke jamás olvidó y ahora mismo se encontró viéndola. Mientras aún el reproductor de música sigue con su función desde que empezó con el aseo, en un gesto bonito la tomó de la cintura para después moverse al compás de la melodía que suena a través del parlante del móvil.

En ese momento se olvidó de todo y se enfocó en ella, en que después de mucho tiempo la vuelve a tener a su lado bailando una simple canción. Su mentón se encuentra apoyado suavemente en la cabeza de la castaña, sus dedos entrelazados aún en la cadera de ésta y sus pies moviéndose al ras del sonido. Luego de un rato bajó su mirada hacia la de ella para poder apreciarla mejor. Una última vez volvió a sentir sus labios en un lapso de tiempo muy corto, así como también su mejilla cubierta por una cálida y femenina mano.

Porque cuando abrió los ojos después de aquel acto tan bonito como es un beso, se dió cuenta que lo hecho no fue real del todo. Lo que estuvo a tan solo milímetros de su anatomía era ella, pero no completamente. Pero de todas formas alivió por un momento su alma.

Porque sanó por unos segundos la culpabilidad que siente de haber sido responsable de su ausencia.

Porque si la hubiese acompañado, las cosas hubiesen cambiado radicalmente.

Porque hubiese bailado con su prometida, en vez de hacerlo con su fantasma.

🌙Ghost Of You || lrh🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora