Prólogo

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Solo, en el oscuro bosque cercano al río Columbia. Posiblemente, los terroríficos pinos serían la última visión de Aiden puesto que sentía una sensación extraña de muerte y peligro. Su sueño de enfrentar misterios le había traído a aquél bosque y ahora no podía rendirse. Solo o acompañado necesitaba encontrar aquella ciudad, incluso si ignoraba leyes gubernamentales.

Pero por desgracia, aún hay muchas cosas que no entendemos que escapan a nuestro control y razón, cómo la criatura que seguía a Aiden en la oscuridad. Cada paso que daba, dos pasos por delante avanzaba la rápida criatura. Tras llegar a un claro en el que apenas había un pequeño montón de piñas caídas y algunos troncos llenos de hormigas, la sentencia de muerte empezó: cuando Aiden se dispuso a coger aquellos troncos para hacer una fogata y descansar, unos arbustos situados en el punto más cercano a Aiden empezaron a moverse y, en un movimiento fugaz algo saltó y aterrizó justo delante de él. Miró aterrorizado a aquella criatura alta y esquelética que en vez de cabeza tenía una calavera de ciervo. Miró fijamente a las oscuras cuencas y reconoció aquel ser, había leído sobre él tiempo atrás. El ser alargó los brazos y le agarró por el abdomen. Sabía que su odisea había llegado a su fin.

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-¡Último aviso, que la pasajera Kristen Rose acuda inmediatamente a la puerta de embarque 13! ¡En 5 minutos se cerrará la puerta!

Una chica pelirroja corría por el Aeropuerto de Londres a toda prisa esquivando los centenares de pasajeros apresurados. Su vuelo hacia Edimburgo salía a las 12h y ya eran las 11h y 55min; quizás si no le hubiese retenido su equipaje por encontrar ¨droga¨ que resultó ser albahaca...

Cuando llegó al mostrador parecía que había sido atacada por unos zombies y toda la gente le miraba con cara de desagrado, pero a ella le daba igual, lanzó una mirada de odio a las azafatas, removió su pelo con dignidad y entró al avión que le llevaría a su próxima aventura.

Era un viaje corto de apenas una hora y media aunque aún así no pudo resistirse a dormir; quizás hubiese sido preferible no dormir, pues tuvo la más indeseable de las pesadillas.

El día de su onceavo cumpleaños todo iba perfecto: invitó a muchos amigos, hicieron una fiesta pijama, contaron historias de terror; lo clásico de una fiesta juvenil. Pero aquella noche del 20 de Diciembre del año 2011, cambió su vida. Se creía que su madre Alena llevaba años escuchando voces extrañas que le obligaban a matar por un simple caso de esquizofrenia, pero en realidad era algo más que eso. Sin embargo, aquella noche algo en Alena apareció, su voz de alguna forma se volvió más ronca y hasta parecía que le costaba caminar normalmente. Mientras Kristen y su padre dormían, cogió un martillo y golpeó fuertemente a su esposo en la cabeza matándolo inmediatamente; un golpe seco, sin gritos y sin dolor. Luego, se dirigió a la habitación de la niña y justo cuando estaba preparándose para golpearla, Kristen se despertó.

Durante unos instantes sus miradas se encontraron y de repente, Alena cayó desplomada sobre el suelo. No podía matar a su hija, tenía que luchar contra aquella voz y fue aquella mirada lo que le dio fuerzas para vencer. Kristen observó aterrorizada cómo un humillo negro salía de su madre y cómo su cuerpo se descomponía rápidamente en el suelo. Y aquella noche, Kristen juró cazar cualquier cosa sobrenatural que fuera haciendo estragos y encontrar al mismo ente que mató a sus padres.

- S-señorita, hemos llegado.-Una amable ancianita que se sentaba a su lado le estaba dando palmadas en el hombro para despertarla.-Dios mío esta juventud...

- Uy,perdone. -Kristen se incorporó sobresaltada-.

Se levantó y se dirigió hacia las instalaciones del aeropuerto. Cogió su maleta color rojo oscuro que debía pesar unos 15 kilos y en la entrada llamó a un taxi. Un coche amarillo aparcó a su lado y subió a él.

- ¿Dónde vamos,señorita?

- Mary King's Close.-respondió esbozando una sonrisa-.

La ciudad de los CésaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora