Siempre Contigo

6. Ya Bajate!

POV ESTEFANY.

La curiosidad me gano y no pude evitar escuchar lo que estaban hablando, logre oír que la pelirroja termino con el por qué había jalado un ciclo. Momentos después ella se fue y el empezó un ataque de pánico, el aire se le iba ya casi no podía mantenerse de pie, sin pensarlo dos veces fui en su socorro, el me miraba algo confundido, tal vez era la última persona que querría ver ahí, pero no se encontraba en sus óptimas condiciones como para insultarme o pelear conmigo, le ayude a bajar las escaleras tratando de calmarlo, pero al llegar al segundo piso note que había perdido el conocimiento, él no era pesado pero yo tampoco era el increíble hulk, por suerte nos encontrábamos de bajada, como pude lo lleve hasta la enfermería donde la enfermera me ayudo a ponerlo en la camilla, me quede con el hasta que recupero el conocimiento.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? –pregunto despertando, algo aterrado por la fuerte luz que daba directo a sus ojos - ¿tú me trajiste aquí? – pregunto mirándome y yo me hice la desinteresada, cruce las piernas como lo haría cualquier chica femenina mostrando hostilidad dejando a un lado la preocupación que sentí hace un momento.

- No te confundas, después de verte repartiendo saliva con esa chica fui directo a mi clase, luego tuve que bajar por que olvide algo.

- Gracias – aquello me tomo por sorpresa, no pensé que fuera capaz de dejar el orgullo a un lado y expresar gratitud hacia mí – y ¿pudiste encontrarlo?

- ¿Qué? – pregunte confundida.

- Aquello que olvidaste y fuiste a buscar ¿lo encontraste?

- Ah! Si claro, te deje aquí luego fui por él, inmediatamente fui directo a mi clase, al acabar volví aquí. – intente dejar mi hostilidad a un lado pero sin perder el orgullo, no parecía momento para ponerme a pelear ahora – pero ya despertaste así que me voy –tome mi mochila y me la puse en la espalda.

- Espera- dijo intentando levantarse - ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

- Como 3 horas – dijo la enfermera que nos entraba a interrumpir – de no ser por Estefany pudiste haberte golpeado por el desmayo, debes agradecerle.

- Ya lo hizo – le respondí a la enfermera, esperando a que no confiese que me quede ahí aquellas 3 horas que él estuvo desmayado – también despertó, así que me iré.

Trate de caminar femenina-mente hasta que ya no estuve a la vista de ninguno de los 2 y pude caminar cómodamente como a mi me gustaba hacerlo, Salí de la universidad hacia el estacionamiento, ya era tarde, paso aproximadamente 40 minutos desde que salíamos de clases, le mande un mensaje a Simón para que pueda recogerme, no tenía muchas ganas de tomar el autobús.

Guarde mi teléfono en un bolsillo de mi jean y me coloque los audífonos a todo volumen, lo esperaría ahí hasta que llegue.

En aquella espera sentí que una mano toco mi hombro y me sobresalte del susto.

- No deberías traerlos tan altos – era Lucas – puede haber un incendio y tú no lo notarias.

- Pero solo eres tu – dije tratando de mantener aun mi dignidad aunque a el no se le veían con ganas de pelear.

- Gracias.

- Ya me dijiste eso.

- Te di las gracias por llevarme a la enfermería – dijo tratando de dirigir su mirada a cualquier lado menos a mí pero yo si lo veía a él – pero jamás te di las gracias por quedarte ahí las 3 horas de clases esperando a que me despierte – ahora si dirigió su mirada hacia mí y yo rápidamente la voltee hacia otro lado ruborizada, maldita enfermera - ¿te llevo? – pregunto intentando cambiar de tema y saco las llaves de su auto.

- No gracias – dije tratando de sonar menos grosera – me van a recoger – en ese momento llego un mensaje a mi teléfono "lo lamento Tef, pude haber ido hace 40 minutos pero en un momento tengo una cita con Valeria, toma el bus ¿sí? Deséame suerte" –maldición- susurre por lo bajo y no le respondí el mensaje.

- ¿te llevo? – volvió a preguntar Lucas, esta vez junto a su auto, lo último que quería era pasar todo un recorrido sola con él en un auto pero tampoco quería caminar hasta donde pasaba mi autobús.

- Esta bien – dije acercándome al auto – solo déjame donde pueda tomar un autobús – al estar frente a el auto pude darme cuenta de que era exactamente el mismo con el que casi chocamos Simón y yo aquel día, por un momento temí por mi vida - ¿eres buen conductor? – pregunte algo asustada antes de subir.

- De los mejores- dijo él subiendo al asiento del piloto – solo sube- algo asustada hice caso y subí al asiento del copiloto – tómalo como un agradecimiento por lo de hoy.

- ¿Qué te paso? – pregunte algo curiosa, sabía lo que lo había causado pero aun así quería que él me contara.

- Fue un ataque de pánico, hace tiempo que no me ocurría, supongo que me enfrente a una situación de alto estrés – salíamos del estacionamiento de la universidad – tranquila, no volverá a pasar, no tienes que cuidarme.

- No pensaba cuidarte, fue solo una casualidad – parecía que tenía ganas de empezar a pelear, instintivamente cruce mis piernas, de alguna manera cuando lo veía quería sacar el lado femenino del que Simón me hablaba - ¿Cuál fue la causa del estrés? – quería que me tenga la confianza para contarme que la pelirroja lo boto como basura de ayer - ¿paso algo con la pelirroja?

- No es asunto tuyo – dijo arisco y por un momento pensé que no debía preguntar más, pero quería seguir preguntando.

- Pero... yo solo – y antes de poder decir nada el freno bruscamente, cuando me di cuenta que habíamos llegado donde podía tomar mi autobús.

- Ya llegamos, baja ya- tal vez solo debí callarme – ya bajate!