dos

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El lobo de Jungkook estaba desesperado por volver ver a ese hermoso omega y claro, él también, con tan sólo sus dieciocho años ya había encontrado a su pareja predestinada. Aunque parece que el lindo omega no lo sabía.

Estaba muy pero muy contento por eso, aunque las palabras no describen lo feliz y contento que estaba en ése preciso momento.

Ese omega de tez pálida, ojos gatunos, su pequeña cintura, sus delgadas piernas, sus labios rosas, delgados, esponjosos a simple vista, no había visto su sonrisa, pero podía decir con seguridad que era hermosa.

Cuando lo vió pensó que entraría en celo, menos mal que se pudo contener lo suficiente.

Necesitaba olvidarse de ese hermoso omega, se decidió por ir a una cafetería a unas cuadras de su casa.

Se despidió de su madre para ir directo a la cafetería con permiso de su progenitora.

Tanto alfa como omega fueron en dirección a la misma cafetería, quien lo diría, el destino quería ver a ése par juntos

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Tanto alfa como omega fueron en dirección a la misma cafetería, quien lo diría, el destino quería ver a ése par juntos.

El omega entró primero, luego de unos minutos ingresó el alfa, los mozos se acercaron a pedir sus órdenes. Les trajeron lo pedido a los dos y se fueron.

Jungkook tomaba tranquilamente su café, hasta que se da cuenta del olor a orquídeas, batido de fresas. Esos olores se le hacian conocidos...

¡El omega del bar!

Siguió el olor hasta dar con el lindo omega. Era simplemente hermoso y todo suyo.

— ¡Omega! — gritó emocionado el alfa al ver a su lindo omega, para después lanzarse al omega y abrazarlo, y eso hizo.

Yoongi se sentía sensible en ese momento, tener a un alfa tan cerca.... Y olía tan bien... Oh, no, su celo, ¿cómo es que llego su celo?, ¿cómo no lo recordó? Seguro se adelanto, debía alejarse lo más rápido posible del alfa si no quería cometer una estúpidez.

— A-alfa~ — mierda pensó Yoongi, no salió como el lo esperaba. — Mi omega — Jungkook no perdió el tiempo y pago todo lo pedido y se llevó a su omega, espera, él no podía llevarselo a su casa, su madre está ahí, gruñó al pensamiento de que su madre le impediría hacer suyo a su omega.

— Bebé ¿dónde vives? — preguntó con voz ronca por la excitado y dificultad por estar segado por la misma. — A u-unas seis ca-calles arriba — respondió con dificultad el omega. — ¿Cómo te llamas, bebé? — volvió a preguntar mientras caminaba hacia el hogar del omega. Algunas personas se les quedaban viendo raro. — Y-Yoongi, Mi-Min Yoongi —tartamudeó. — Lindo; yo me llamo Jeon Jungkook, bebé — el pequeño pálido gimió cuando sintió el lubricante natural escurrir de su entrada. Jungkook gruñó fascinado por el hermoso sonido. — Calma pequeño, casi llegamos —.

Yoongi se sentía terriblemente necesitado en ése mismo momento al oír la potente voz del alfa.

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❀ 태극기 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora