Amor eterno «YoonSeok»

Único

Era el primer día de clases, los pequeños llegaban felices y contentos con sus madres hablando sobre lo bueno que sería este año, otro niños temerosos escondidos detrás de sus mamás, queriendo no entrar en el edificio educativo, ese era uno de los pequeños Min YoonGi, que se aferraba al pantalón de su madre, temeroso y desconfiado, su madre le acariciaba la cabeza y le animaba a entrar al igual que la profesora, pero el pequeño Min se rehusaba a dejar la pierna de su mamá, negando con su pequeña cabeza la invitación; YoonGi alzó su vista un momento al sentir otra presencia y se encontró con unos ojos color caramelo mirándolo, dio un brinquito del susto, pero no se despegó de su progenitora, el otro niño hizo lo mismo.

El pequeño HoSeok observó al niño blanco como la leche, se acercó a él.

— ¡Holaaa! ¡Mi nombre es Jung HoSeok! ¿Y el tuyo, niño bonito? —Sonrió abiertamente, mostrando su bonita dentadura con un dientito faltante.

YoonGi se sonrojó al instante, su pequeña mentecilla había actuado raro ante el apodo, sus mejillitas ardían y él no sabía porqué.

— M-me lla-llamo Min Yo-Yoongi. —Dijo después de un momento, ocultando su rostro en el muslo de madre. Escuchó una risilla y su ojo derecho salió a investigar, pero solo encontró al mismo niño sonriendo de nuevo.

— Bueno, te llamaré... Hm, Minie. —HoSeok tomó la manita de YoonGi y le dio un jalón, logrando así que se suelte de la señora.— Vamos, Minie, te enseñaré todo.

YoonGi miró suplicante a su madre, pidiéndole que le salvara del niño, pero ella solo rió y se fue, él bufó molesto, al final se dejó llevar por el niño.

Después de un rato, brincando de salón en salón, YoonGi aún no conocía nada de nada, el trabajo de HoSeok había sido en vano, pero al menos logró caerle bien al fantasma, otro apodo chistoso que le había puesto.

— ¡Vamos, Minie! Vamos a comer al patio. —Tomó de nuevo la mano de YoonGi y lo arrastró al patio de la escuela.

Ambos tomaron asiento y empezaron a comer, HoSeok hablaba mientras YoonGi le miraba atento, algunas veces él sacaba el tema de conversación, pero preferiría que lo hiciera HoSeokie, un apodo que Min nunca le diría a Jung.

La primaria nunca había sido tan aburrida para YoonGi, al menos HoSeok le alegraba un poquitín sus días.

— ¡YOONGI HYUNG! ¿Pero qué es esto? —A HoSeok se le saltearon las lágrimas de la emoción.

YoonGi quería sonreír, pero arruinaría su bella canción de saxofón para HoSeok.

Jung ya cumplía quince este año, que rápido pasaba el tiempo para ellos, y, ahora, Min le hacía una hermosa serenata a HoSeok por su cumpleaños, lo hizo porque a su caballito le encantaba su música y que mejor que cantarle algo afuera de su casa con algunos amigos suyos con un cartel, él en un elegante esmoquin y su ramo de rosas recién cortadas de su jardín. YoonGi termina su solo de saxofón y, a continuación, se empieza a acercar a un HoSeok lloroso y con los mocos al aire libre.

— HoSeok, te conozco desde que tengo siete, ahora, en tu cumpleaños, me atrevo a venir aquí enfrente de tu casa a cantarte serenata y vengo con una pregunta también. ¿Quieres ser mi novio? —Le muestra su ramo de cincuenta rosas y Jin y JiMin abren el cartel con la misma pregunta que dijo YoonGi.

HoSeok abre la boca en forma de "O", las lágrimas se le escapan a más no poder, asiente efusivamente y se tira sobre su fantasma, abrazándolo fuertemente.

— ¡Sí, sí, sí y mil veces sí, Minie!.

YoonGi sonrió y abrazó a HoSeok, levantándolo, lo poco que podía, del suelo y dándole un beso en los labios, se le escaparon unas pequeñas lágrimas de la felicidad.