Mientras duermes | Larry Stylinson •Terminada•

"Secreto." FINAL.

1 AÑO DESPUÉS.

Era exactamente la hora de cenar cuando Louis recibió una llamada.

—Louis, ¿puedes cuidar a Gemma esta noche? -era Anne en la otra linea.

—Claro, Anne. -y colgó.

Buscó sus llaves y partió a la casa del mismisimo Harry.

En el camino recordó aquella noche cuando lo conoció, cuando su vida cambió por completo. Cuando se enteró que aquel chico no era como él y como todas las personas que lo rodeaban. Cuando le pareció un imbécil. Cuando se sonrojó por primera vez al mirarlo. Cuando Harry le habia prometido que estaría a donde sea que vaya y que viviría eternamente en su corazón. Cuando regresó a casa y susurró que lo necesitaba aquí abajo. Todos aquellos recuerdos le daba nostalgia y una pequeña lágrima escapó cayendo por su rostro.

Anne lo recibió fuera del hogar, se adentró y una hermosa sensación corrió por su cuerpo.

Gemma se encontraba a punto de dormir en el sillón con una muñeca en sus manos y Louis quitó su muñeca tratando de despertarla ya que debía descansar en su cama.

—Creo que esta noche no veremos una película, Louis -fue lo primero que susurró con un pequeño bostezo al abrir los ojos.

Subió a Gemma a sus brazos y la llevó a su habitación. Caminó por las escaleras y recordó cuando aquel portaretrato de Harry pescando le habia llamado tanto la atención hace unos meses y esta vez lo observó detenidamente.

—Louis, lo extraño mucho -comentó la pequeña hundiendo su rostro en el cuello del mayor.

—Él te cuida todas las noches, siempre esta contigo. -susurró acariciandole el cabello —Y te ama mucho, por siempre, Gemma. -la subió a su cama y depositó un pequeño beso en su frente.

Louis decidió bajar pero una puerta le llamó la atención.. algo le decía que debia entrar. 

—¡No Louis!. -advirtió Harry con su presencia en el angosto pasillo pero ya era demasiado tarde.

Se adentró a la habitación y parecia que hacia bastante que nadie entraba.

Una capa de tierra cubria todos los muebles, las paredes, el piso y una cama.

El olor era muy insorportable, las ventanas se encontraban cerradas y la luz se estaba agotando.

Caminó observando cada rincón de aquel lugar.

—Sal de aquí Louis, por favor. -suplicó varias veces.

Louis se sentó sobre la cama sacudiendo un poco las sabanas cubiertas de polvo.

Llevó su atención a un portaretrato que habia sobre la mesita de luz que se encontraba a su costado.

Harry y Anne.

Esta era la habitación de Harry.

—Lo siento, Harry. -le dijo avergonzado.

—Creí que estaba con llave. -susurró mirando sus viejos posters.

—¿Te gustaba escribir? -preguntó tomando una libreta.

 —¡LOUIS!

—¿No puedo leerlo? -cuestionó con un pequeño puchero.

—Esta bien, hazlo. -y le dio la espalda.

Louis frunció el seño y abrió la pequeña libreta cubierta de polvo.