Who's Your Daddy? ↝ ᴛʏ ʜᴀʀᴇᴍ

I. "Papá TaeYong"

Lee TaeYong tiene 8 preciosos hijos, cada uno procreado con un hombre diferente.

No es que se avergüence de ello, en su respectivo tiempo él amo a esos hombres y ellos le dieron el regalo más hermoso: sus hijos. Tampoco es que vaya contándole a todo el mundo su situación familiar y vida amorosa. Lo único que le importa son sus niños, y éstos sabiendo que su otro padre no es el mismo jamás dejaron de tratarse como verdaderos hermanos. Algo que TaeYong les había enseñado era el amar sin condiciones ni distinciones.

TaeYong y sus hijos viven en un modesto departamento en la calle Dream. Sus niños más grandes asisten a la primaria y los tres más pequeños van al kinder. Como TaeYong trabaja la mayor parte del día pide de favor a uno de sus vecinos que los recoja y los lleve a su hogar en lo que él llega a casa.

Con lo que respecta al empleo de TaeYong, él es chef ejecutivo en una de las cadenas más importantes de restaurantes. Aunque no labora en la sucursal principal, el área donde trabaja es bastante buena y para su comodidad está cerca de donde vive.

Ahora el señor Lee se encontraba trabajando. Mientras tanto el pequeño Mark, un niño castaño de 10 años e hijo mayor de TaeYong, está junto a sus hermanitos observando fotografías del álbum de su padre.

Cada que ven una foto donde aparece TaeYong se emocionan. Ver a su padre cuando era más joven o un niño, incluso solo el hecho de que sea él, los hace muy felices. El hombre es el universo entero para ellos.

—Mak, ese señol tiene el cabello igual que tú— ChenLe señala una foto en específico, la cual muestra a un joven al parecer alto y de piel blanca con el cabello castaño, del mismo tono que el de Mark. El pequeño castaño observa la imagen con detenimiento, una sensación de calor le recorre el pecho.

—Niños, ya llegué.

Al oír la voz de su padre, Mark cierra el álbum de fotos y lo guarda en la caja en la que lo encontró. Con rapidez y la ayuda de Jeno y JaeMin, arrastran la caja a su cuarto y la esconden bajo la litera de YangYang. Después van a darle la bienvenida a su papá.

Al llegar ahí son atacados por el abrazo de oso de TaeYong. Los niños gritan y ríen felices. Aman cuando su padre llega de trabajar para poder estar con ellos.

—Lamento la tardanza, hoy fue un día agotador. ¿Se portaron bien mis angelitos?— TaeYong suelta a sus hijos y se dirige al chico encargado de cuidar a los niños.

—No se preocupe. Y sí, como siempre— El joven estaba por tomar sus cosas e ir a su casa pero TaeYong lo detiene con una pregunta.

—¿Te quedas a cenar, YukHei?

YukHei, un joven alto de 19 años y cabello oscuro, que cuida a los hijos de TaeYong cuando éste no se encuentra disponible además de ser el vecino de en frente, asiente con una sonrisa y el hombre le corresponde.

—Muy bien, todos a lavarse las manos.

Una vez todos hicieron lo indicado, TaeYong sirve la cena y empiezan a comer. Como es costumbre, el padre de la familia pregunta a sus hijos cómo les fue durante el día.

—A mí me pusieron un 10 en matemáticas— El primero en hablar es Jeno. TaeYong le sonríe y lo felicita.

—A mí me pusielon tes estellitas en mi fente, mia— ChenLe se levanta de su asiento y corre emocionado hacia su papá. Cuando está a su lado levanta su rubio flequillo y muestra su frente a TaeYong revelando unas estrellitas doradas pegadas ahí. Éste le revuelve el cabello con ternura y le celebra sus logros.

Y así cada uno de los pequeños, incluido YukHei, relata anécdotas de su respectivo transcurso del día.

Después de un rato YukHei se despide y se va a su hogar. En lo que TaeYong recoge la mesa manda a sus hijos a cepillar sus dientes. Cuando terminan TaeYong los arropa y les da un beso de buenas noches.

Al no ver señal de su padre, Mark se levanta y toma de la caja escondida el álbum de fotografías, busca la que ChenLe señaló hace unas horas y la toma prestada. Observa al hombre de la foto. Voltea la foto y ve algo escrito ahí.

«¿Alguna vez te he dicho que te amo?
—J.JH»

Mark lee la frase otra vez y no entiende porqué está escrita ahí ni quién la puso. Pero, al volver a girar la foto y mirar la sonrisa con hoyuelos del hombre dentro de la imagen, siente una extraña tranquilidad y alegría.

Quizás el podría ser su otro padre...