Tres Rosas Rojas

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Restaurante

Soy un ñoño y un tonto.

Agoney no se podía creer que estuviera temblando de emoción y nervios en una cena de San Valentín.

— Tendremos que pedir vino ¿no? —La sonrisa de Raoul resplandecía— El pack completo.

Tratando de mantenerse estable y comportarse como un hombre de su edad, Agoney asintió y ojeó la carta de vinos.

Terreus, tinto con crianza —leyó— ese suen...

— Sabes que reconozco ese ceño fruncido para no sonreír ¿verdad? Estás encantado porque hayamos salido a cenar en San Valentín y porque estemos en un sitio pijo y porque te haya invitado con una tarjeta cursi y bombones en el estudio. Y porque te los ha llevado un mensajero.

Agoney se escondió detrás de la carta.

— Se acabó.

Catorce Rosas y Dos EspinasWhere stories live. Discover now