Llamada
— Me aburro.
— ¿No hay nada interesante que hacer en Sevilla?
— Umm... no sé. Fuera igual.
— Pues sal a desaburrirte. O duerme.
— No quiero salir, hoy es todo para parejas.
No era gracioso, pero los dos empezaron a reírse como si fueran unos pavos de quince años en pleno coqueteo.
A sus sesenta y pocos.
— Te echo de menos.
— Tenías haber cogido el avión y haber venido. Hazme menos caso en el futuro, Raoul.
— No vaciles con eso... no vaciles. Que después te enfadas.
— Yo no me enfado... bueno, un poco.
Hubo un breve silencio.
— Estás poniendo tu voz adorable, no vale, Ago.
— ¡No he hecho nada!
— Sí lo has hecho.
— No, no.
Y continuaron hablando como quien habla con su primer amor.
YOU ARE READING
Catorce Rosas y Dos Espinas
RomanceUn paseo por distintos días de San Valentín para Raoul y Agoney escritos en drabbles de 122 palabras exactas.