Después de unas largas caminatas con Thomas, realmente me di cuenta que teníamos mucho más en común de lo que parecía. El era todo un caballero, yo creo que por eso se debe su tan buena reputación. Entre otras cosas el me había dicho que se iba a quedar un par de días aquí, pues el tiene familia en estos lugares. Qué quería visitar, aunque dijo qué estaría un tanto ocupado. Pero me haría un espacio.
En todo el camino con el destino a una heladería cerca de aquí nunca se me acercó para besarme, yo creo más bien qué no era por que él no quería. Sí no para respetar el espacio, pues aunque lleváramos días hablando por teléfono no se compara con conocer realmente a una persona.
Bueno, al llegar el cómo un chico atento me abrió la puerta del local. Yo sólo le sonreí y me adentré entre la multitud de personas que hacían fila.
Luego de estar un tiempo esperando nuestro turno, al fin nos tocaba. No sé si les mencioné, pero odio la espera por algo tan simple. En pocas palabras no tengo paciencia.
Después de que una chica muy amigable nos sirviera nuestro helado en unas copas, nos semtamos en una mesa vacía. El estaba frente a mí y yo no sabía nada mejor que comer helado lentamente.
–¿Y qué tal el primer día?–Me preguntó mirandome atentamente mientras saboreaba un poco de helado.–Bueno, cómo siempre.–Alzo mis hombros al compás y luego tomo una servilleta para limpiar mí boca.–¿Y como es "Siempre"?–Dijo Thomas mientras soltaba una risa divertida mirándome con atención.–Pues igual de aburrido, lo único interesante es qué la maestra Miller me llamó la atención. Yo en serio no entiendo como ella puede escuchar absolutamente todo, además estaba susurrando.–Le respondí frunciendo mi ceño, es que literalmente yo no se cómo lo hace esa mujer. Pero me asusta.–
–Al parecer nunca cierras la boca.–Comentó con una sonrisa pícara mientras reía un poco.–Haha qué gracioso, tal vez es qué no tenía alguien que me la cerrara.–Rodee los ojos y luego le saqué la lengua como una niña pequeña, a la qué el sólo negó con la cabeza riéndose de mí de una forma tierna.–
Luego de tanta charla el día casi se nos había pasado volando, literalmente para mí fue todo muy corto. Hasta llegó el momento de qué el tenía que irse, eran apenas las 10 de la noche cuándo el fue a dejarme a casa de Cassey, pues se supone que mí madre sabía que yo me quedaría en su casa. A sí que me dejó en la puerta principal.
–Fue un gran día, enserio.–Me dijo mientras agachaba un poco la vista para mirarme, pues el era más alto. Yo por mí lado sólo le sonreí y le di un abrazo. El correspondió y acarició mi cabello sutilmente. Aunque en mí cabeza no se podía borrar la imagen de cinco letras "Besar" no sabía sí yo tomar la iniciativa o esperar a qué el lo hiciera. Y no podía imaginar qué tan mal podría terminar, porque desde mí infancia nunca, pero nunca besé a nadie.
Aunque me decisión claramente fue mandar todo al carajo, porque aunque no lo admitiera. Quería besarlo, y la verdad yo creo qué el también. Al momento de separarse de mí le tomé del hombro y me levanté un poco para quedar a su altura. El al principio me miró de una forma rara, pero luego creo que entendió toda la parafernalia. A sí qué me agarró de ambas piernas y me cargó. Acercó su rostro al mío y depósito un beso largo y algo feroz en mis labios.
Al sentir esa sensación que me carcomia por dentro, qué a la vez podía ser tan perfecto. En pocas palabras era algo inefable, qué tal vez sólo yo y Thomas podíamos entender.
Después de unos largos segundos el se separó y me dedicó una sonrisa, yo sólo pose mí cabeza en su hombro y el dejo un beso en ella.
–Ya tengo qué irme Tyra, pero nos veremos mañana.–Me dijo soltándome delicadamente mientras me miraba a los ojos.–Está bien, te quiero.–Lo dije en seco con una sonrisa de por medio. El negó con la cabeza y tomó mi mentón y me miró con sus hermosos ojos brillantes y despiertos.–Yo te amo Tyra, y siempre lo hice.–En ese momento me bajo la ternura y no pude evitar sonreír de la forma más exagerada que se pueda creer.
Luego le rodee con mis brazos en su cuello y dejé un último beso en sus labios, el sólo correspondió y luego se separó para dejarme un beso en la frente. Desde ahí fue un momento triste ver como se alejaba lentamente, aunque mí corazón sabía que lo volvería a ver.
Luego me acerqué a la puerta de entrada y toque el timbre, a lo que rápidamente Cassey me abrió con una sonrisa. Yo en ese momento arquee una ceja y le miré desconcertada.–¿Me estabas espiando?–Le pregunté con un tono alto.–Para nada, yo sólo iba a votar la basura.–Dijo ella haciéndose la tonta.–Aja.–Le respondí negando con la cabeza para luego entrar, en el transcurso del tiempo sólo le conté con detalles y todo lo que había sucedido. Y cuando le comenté sobre el beso empezó a gritar como una maldita loca, literalmente me estaba asustando. Pero entre otras cosas ellas me dijo qué el valía la pena, y que me arriesgara. Pues sí el es capaz de venir aquí por mí es por que realmente le importo.
Y así pasó la noche, bromeando y contándonos cosas. Hasta que nos quedamos plácidamente dormidas, al día siguiente nos levantamos temprano, teníamos que ir a la escuela. Su padre nos llevó, el siempre es muy gentil y también muy simpático.
Al llegar nos bajamos rápidamente del auto y nos adentramos en la escuela. Estuvimos un buen rato saludando a algunos amigos, entre ellos Raven. Una chica un tanto fría, callada y reservada, pero cuando la llegas a conocer, es todo un amor de persona. O bueno, eso digo yo.
Luego de eso se pudo oír la campana el todo el lugar, era hora del infierno. Pues Cassey y yo no compartimos las mismas clases siempre. Y justo en ésta mañana no la compartía con ella. En fin, la cosa es que entré rápidamente al salón y me senté en el último puesto. Que para mí suerte estaba vacío.
El maestro entró rápidamente, junto a un chico el cuál no podía notar su rostro, pues sólo divisaba su cabello rubio y su altura tan destacada. Su vestimenta era realmente apagada y eso me daba intriga. El maestro se colocó junto a él chico y lo presentó.
–Clase, les presento a su nuevo compañero.–En ese momento el chico se saca la capucha, y no pude evitar casi caerme de cara al ver quién era. Era él, el maldito hijo de puta! Y estaba justo frente a mis ojos.
♡Hola chicos y chicas, espero qué les guste el capítulo de hoy. Tiene un poco de suspenso. ¿Quién será ese nuevo chico? Lo descubrirán muy pronto. Hasta la próxima bbys.♡
ESTÁS LEYENDO
❀ El dolor de vivir.
Teen FictionTodo sucede por algo, y nada es casualidad. Las peores cosas a veces te hacen daño. ¿Pero a qué punto? Otras te fortalecen, pero ¿Qué tanto? Esta es la vida de una impresionante chica, qué a pesar de que lo puede haber perdido todo, nunca dejó de cr...