¡𝗽𝗿𝗲́𝘀𝘁𝗮𝗺𝗲 𝗮𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻!, 𝖩𝗎𝗇𝗁𝖺𝗈.

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Minghao estaba muy aburrido, no tenía nada que hacer.

Estaba quejándose solo una y otra vez en su habitación hasta que se le ocurrió la magnífica idea de llamar a su mejor amigo, Jun. Tomó rápidamente su celular y marcó el número de su amigo.

-¿aló..?- Una voz medía adormilada se escuchó en la línea.

- ¡JUN! Soy minghao.- El chico dijo su frase con mucha alegría y entusiasmo.

- Aah.. Minghao ¿A qué debe tu llamada?, ¿cómo has estado?

- Bien, bueno te llamaba para preguntarte si quieres venir a mi casa, estoy aburrido y no tengo nada que hacer.

- Claro... Voy ahora, nos vemos.- La suave voz de Jun fue lo último que escucho antes de que cortará.

Le gustaba pasar tiempo con su amigo, lo único malo era que no se despegaba de ese celular, todo el día esta mirándolo, eran muy pocas las veces que lograba hacer que no mirar el celular, pero éste día sería diferente para ambos. hoy haría que dejara de ver ese celular de una vez por todas.