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Zayn se sentó en el borde de la camilla en la parte trasera de la ambulancia, mientras guardaba el equipo en la bolsa médica. El sol se había sumergido más allá del horizonte por lo que estaba empezando a hacer frío, pero tenía las dos puertas traseras abiertas para que entrara aire fresco. Mientras que a él le gustaba el indio Jack, el hombre tenía un cierto olor característico... y Zayn quería que se fuera su aroma antes de tener que utilizar la ambulancia de nuevo.

Cuando las dobles puertas de la bodega en el hospital se abrieron, miró esperando que fuera Matt. Cuando vio que era el doctor Liam, Zayn tragó saliva mientras su cuerpo se estrechaba con el deseo. ¿Cómo puede ser que el hombre se viera tan bien, incluso cuando era obvio que había estado trabajando en un turno infernal? Aunque los ojos del médico tuvieran círculos oscuros alrededor de ellos y había una mirada ojerosa alrededor él,todavía tenía esta hermosa vibración con estilo que lo llamaba. Su pelo castaño brilló bajo las luces brillantes de la bahía.

Estaba sólo desordenado como para ser sexy, sin ser vulgar. Tenía una cualidad casi de dormitorio que le daban ganas de pasar los dedos por ella. Liam empezó a caminar hacia la fila de ambulancias y Zayn contuvo el aliento cuando la necesidad tiró en su cuerpo. Incluso con los pantalones anchos y la bata de laboratorio que llevaba, los duros músculos de cuerpo de Liam era claramente visibles, su ancho pecho y su abdomen duro que pedían a gritos ser lamidos. Caminaba abstraído, un manguito de presión arterial colgaba en sus manos, olvidado. Oh, las cosas que le gustaría hacerle al cuerpo de Liam. Lamerlo sería la primera de la larga lista. Definitivamente habría algunos mordiscos y besos, también. No había sido cogido en mucho tiempo, escogió centrarse en el trabajo y la escuela en su lugar, pero por un pedazo de eso estaría dispuesto a romper su racha.

Estaba tan absorto en sus pensamientos llenos de lujuria que casi no se dio cuenta de que Liam se dirigía hacia su equipo hasta que el hombre estaba casi parado justo delante de él. Con una tos nerviosa, Zayn comenzó a guardar cosas en la bolsa mientras rezaba a todo lo santo que su metedura de pata no fuera visible. Tratando de ser lo más causal que fuera posible, él cambió su bolsa un poco, para cubrir la mayor parte de su regazo.

―¿Se me olvidó algo? ―Preguntó, tan pronto como el doctor estaba lo suficientemente cerca como para hablar sin gritar.

―No, tenía que hablar contigo. ―Llegó y se apoyó contra una de las puertas abiertas. Estaba a menos de un metro de distancia y el cálido aroma almizclado de su colonia le hacía burlas a sus sentidos.

―¿Es sobre la galleta? Lo siento. Sé que no debería haberle dado la segunda a Jack. Pero era una forma de tranquilizarlo y quería atacar. Pensé que los dulces eran la mejor manera ―bromeó Zayn. ¡Cierra la boca! ¡Suenas como un idiota! Cada vez que se ponía nervioso, tendía a balbucear como un loco y, obviamente, hoy no iba a ser diferente. La última vez que había estado tan ansioso había sido un año atrás, cuando había estado en una cita con un policía. Media hora después, había confesado, durante una de sus diatribas nervioso, que él siempre había sido para el equipo de Aniston. Su cita le había dado una mirada extraña y la noche no había durado mucho más tiempo después de eso. ¡Supongo que había estado en el equipo de Angelia! ¡O que no quería cargar con un idiota que, obviamente, pasa la mayor parte de sus fines de semana viendo E!

―Relájate. ―Liam alcanzado su rodilla y le dio un apretón, demasiado breve.

Una chispa caliente de electricidad estaba en la piel de Zayn, justo donde lo toco.―No estoy aquí para hacerte una bronca por una galleta.

―Son sus favoritas. La única manera de poder llegar a un acuerdo para ir en el tratamiento es prometerle las galletas de chocolate. ―Zayn dio una pequeña risa―. Eso, y la cerveza de raíz al parecer. Es su último deseo.

Carrera calienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora