Era papá, que como no, venía de una 'reunión súper importante'. Mas importante que la opinión de su propia hija. Mi padre nunca me ha hecho caso, siempre ha estado trabajando. Abrí el armario, cogí una sudadera y unos vaqueros de tiro alto y unas deportivas. Mientras bajaba las escaleras, mi madre estaba hablando con mi padre en voz baja. Me paré y me senté en uno de los escalones.
Mamá: Pero tienes que hacerle caso es tú hija.
Papá: Pero Raquel, no ves que tengo cosas mas importantes que hacer.
Mi padre inconscientemente subía de tono.
Mamá: La vas a perder, vas a perder a Paula, y un día te despertarás y sin razón aparente la necesitarás mas que nunca.
Papá: Eso no pasará Paula no es así.
Decía mientras colocaba su americana en el armario del pasillo. Hice como que no había escuchado nada, aunque mamá tenía toda la razón. Bajé derrumbada aunque con una sonrisa tatuada le di un beso a papá y me dirigía a la puerta.
Mamá: ¿A donde vas Pau?
Yo: Mamá solo voy a ver a Vic.*Mentí*
Mamá: Pero si ya son la 1, cielo.
Yo: Da igual mamá no tengo hambre.
Me senté en el bordillo, saqué del bolsillo de la sudadera de mi móvil y abrí whatsapp.
