La Hermana De Bella Swan (TERMINADA)

Capitulo 15

|Al día siguiente|

Estaba tranquilamente durmiendo como siempre pero han oído la palabra "lo bueno dura poco" si pues esa frase queda perfectamente bien en este momento.
Me levante agarre mi ropa y me metí a bañar, salí de la ducha y me puse esto:

Luego levante a Samantha y se metió a la ducha en lo que yo me maquillaba, luego Samantha salio y se puso esto:

Fuimos a la cocina y nos hicimos un desayuno que siendo sincera, nos quedo super rico. Al terminar nos fuimos al colegio, Samantha sacaba platica en el camino para hacer el camino mas rápido.

—oye Keyla— llama mi atención 

—dime—

—tu antes tenias los ojos cafés y ahora los tienes dorados, usas pupilentes o algo por el estilo—

—si...em son pupilentes— respondo nerviosa

—claro que no, tu los odias—

Mierda, me conoce tan bien, ahora necesito pensar rápido.

—pero ahora me gustan—

—se cuando mientes, ¿Que ha pasado?—

—no puedo, prometí no decir nada—

—soy tu mejor amiga se supone que nos contamos todo—

—pues si Samantha pero tu sabes como soy con las promesas—

—cierto, pero dime no creo que sea tan grave— mira hacia la ventana —no es como que seas un vampiro o un hombre lobo, cierto?—

—no y no insistas—

Me estaciono ya que habíamos llegado al colegio, me bajo de la camioneta junto a mi mochila, dejando a Samantha atrás.  

—¿Por que no me lo dices?—

—¡Ya Samantha!— respondo arta —no te voy a decir así que deja de insistir— 

Entro al salón y me siento alado de Alice, Samantha es capaz de seguir insistiendo si me siento con ella, necesito protegerla de este secreto.

—¿Que paso?, creí que te ibas a sentar con Samantha—

—creíste mal—

Miro hacia la puerta y Samantha entra, va hacia a los lugares de atrás y se sienta con una chica. 

—quiero preguntar que paso pero das miedo cuando estas enojada—

—pues quiere que le diga por que mis ojos son dorados y no cafés como eran antes— le susurro

—Keyla, acaso le dijiste que somo...— la interrumpo

—no Alice, no le dije— llego el maestro

Así transcurrieron las clases, no le hablaba a Samantha en las clases ni en el almuerzo. En la salida me fui a mi casa y me quede en mi cuarto pensando hasta que me llega una llamada me levanto ya que estaba acostada y contesto sin siquiera ver el nombre.

~~~

—¿Quién habla?—

—hola mi niña, ¿Como estas?— contestan de la otra línea

—¿Tía Sonia?— le pregunto

—pues claro que soy yo—

—me alegra que se usted, yo estoy bien tía gracias, ¿Y usted?—

—también bien mi niña, llamaba para saber si querías venir acá a Los Ángeles—

—pero por supuesto—

—bien, mandare el boleto el viernes para que te vengas—

—claro tía—

—bueno, te dejo cariño, adiós—

—adiós—

~~~

Me acuesto en mi cama, pues me quería acostar un rato, aunque creo que eso no sera posible, pues alguien, mas bien, varios se colaron a mi habitación, entraron por la ventana. 

—¿Hubo junta y no me avisaron?—

—muy graciosa— me dice Bella

—bueno pues Alice nos dijo que te peleaste con tu amiga Samantha— me dice Rose y miro mal a Alice

—queremos llevar a distraerte—

—si digo que no me obligaran, cierto— todas asienten —¿A donde?—

—¡De compras!— se emociona —ay perdón, la costumbre—

—nunca creí decir esto, pero, es divertido y terapéutico—

—aja, me cambio y vamos—

—no— me detiene —se hace tarde así que vamonos— 

Me toma la mano y me sacan por la ventana, nos subimos al auto de Alice y conducimos hacia el centro comercial.

Al llegar nos bajamos de auto y fuimos a diferentes tiendas y de cada una tenia 4 bolsas como máximo. Ya no pudimos mas y regresamos al auto y cuando íbamos estábamos metiendo las bolsas se acabo el espacio y literal faltaban unas 50 bolsas mas, como ya no había mas lugar tuvimos que llamar a Emmet y a Jasper, luego de 15 minutos llegaron.

—se pasaron esta vez— me con horror la cantidad de bolsas que faltaban 

—no es para tanto— se baja de la camioneta y ve las bolsas —hijas de...su mama—

—cierren la boca que estas compras eran de emergencia— les dice Alice

—para ti todas tus salidas de compras son de emergencia— se burla Jasper

—¿Vinieron a criticarnos o ayudarnos?— les pregunto 

—las dos— responden al uniso ambos

—ah pero cuando vas a comprar tus...— Emmet me tapa la boca

—pensándolo bien, las ayudamos— sonrió victoriosa  —quita esa sonrisa—

Llegamos a casa de Charlie y me bajo, junto a 5 maletas muy apenas, abrí la puerta de la casa con mis llaves y deje las bolsas en donde sea, regrese y todos seguían muy cómodos en la camioneta.

  —oso—

—¿Que?— me responde

—necesito ayuda con mis bolsas—

—tss que mal, hoy no vino la gata—

—pero si vino el oso, ayúdame—

—No—

—si así quieres jugar vamos a jugar—chicos sabían que Emmet...— me interrumpe

—bien te ayudo—

Emmet me ayudo con mis bolsas, después se fueron y yo fui a cazar. 

Cuando acabe pase por la casa de los Cullen y vi a...no puede ser, tiene mucho que no lo veo.