-Oye perdona, ¿podrías decirme dónde está el conservatorio de danza?- hace cuatro días que llegué a Seúl con mi madre, mi hermano y mi padrastro, aún no conozco las calles muy bien, y al final he acabado preguntándole a un chico si sabe dónde está el dichoso conservatorio. Llevo casi 20 minutos buscándolo y no encuentro el camino.
-Claro, pero si vas allí puedo acompañarte.- me propuso el chico, parece simpático.
-Vale, está bien. Me llamo Yoon Sun-mi, encantada. -le tendí mi mano para que la estrechara.
-Jung Ho-seok, un placer. -estrechó mi mano y empezó a guiarme por las calles de Seúl.
-Desde cuando bailas? -me preguntó.
-Aproximadamente desde los doce, unos cinco años, más o menos.
-Así que tienes 17, yo 18 cumplidos hace cuatro meses. Y bailo desde que tenía quince, bailo mayormente danza urbana.
-Yo también, aunque me encanta el contemporáneo.
-Yo tengo un amigo que también hace contemporáneo, seguro que os llevaréis bien. -justo cuando acaba de hablar se para en frente de un edificio - Aquí es, te dejo en recepción para que te digan tu clase y yo me voy a la mía.
- Muy bien, entonces hasta más ver, Ho-seok.
-Adiós- se despidió con una sonrisa. Me parece agradable.
Luego de enseñarle mi identificación al recepcionista, me dijo cuál era mi clase. Llegué y pasaron cinco minutos antes de que empezara la clase. Por la puerta entraron tres personas, y una mujer empezó a hablar.
-Buenas tardes a todos y a todas. Hoy como ya sabréis, haremos las pruebas para ver en que grupos podréis estar según vuestro nivel de baile. Seremos exigentes, aunque si en alguna clase os sentís mal, avisadnos. -finalizó su pequeño discurso y comenzó a hablar otro hombre.
-Para valorar vuestro trabajo en equipo empezaréis haciendo un dúo con quien vosotros queráis.
-Hoy mi compañera Mara -señaló a la primera mujer que habló-os enseñará la coreografía y la haréia la semana que viene, en el siguiente día de clase. Podréis quedar con vuestro compañero o compañera para ensayar. Esperamos que os divirtáis, buena suerte con vuestra pareja. -acabó hablando una segunda mujer.
¿Y ahora yo con quién me pongo? No conozco anadie.
Siento que alguien me toca el hombro y veo a Ho-seok.-Oye, Sun-mi, ¿quieres ser mi pareja? -me pregunta.
-Si, por supuesto. No conozco a nadie aún...
-Yo ya soy del año pasado y conozco a algunas personas, pero ya tienen pareja.
-Bien, -habló la profesora- primero estiraremos, luego nos ponemos con la coreografía.
Y así se pasó el resto de la clase, hasta que se acabó. Ho-seok y yo quedamos para ensayar en su apartamento el sábado, dentro de tres días.
Volví a casa a darme una ducha y cenar, para finalmente irme a la cama.
Entré en la casa con mis llaves y vi a mi madre haciendo la cena. Saludé a mi madre, dejé mis cosas y me fui a duchar. Luego me dirigí al salón para ver la tele con mi hermano de 10 años. Se llama Dae-hyun.- Hola Dae, ¿qué tal tu día?- pregunté.
- No me gusta mi nuevo cole.- se quejó sacando un puchero.
- ¿Por?
- Los profesores me dan muchos deberes.
- No pasa nada, Dae. Si quieres mañana te ayudo yo a hacerlos.
- ¡Gracias Sun! Eres la mejor hermana del mundo- me da un abrazo. Sí, somos de ese escaso porcentaje de hermanos que se llevan bien.
-¡Chicos, a cenar! -llama mi madre desde la cocina.
(...)
-¡Sun! ¿Que tal la clase de baile?-pregunta mi mejor amigo Yunho por el teléfono.
-Muy bien, tenemos que hacer un baile por parejas...
-Uhhhh, ¿te ha tocado algún chico guapo? - pregunta con tono pervertido.
-¡Yunho! ¡Que tu tienes pareja!
-Ya lo se, pero no es para mi.
-¿Entonces? -digo con curiosidad.
-¡Para ti, tonta! Hay que explicartelo todo, querida.
-Primero: no quiero novio ahora. Y segundo: el tonto lo eres tu, tontito.
-Llámame como quieras, pero recuerdo la cara de desesperación por encontrar un novio cuando te fuiste de aquí.
-Lo que tu digas Yunho...
-Se me hace tarde, tengo que colgar. Chao, recuerda visitarnos.
-Chao, cuando pueda sabes que voy.
Nos despedimos, ahora voy a ayudar a Dae con sus deberes y luego voy a estudiar.
(...)
Llegó el sábado, ya estoy alistándome para ir a casa de Ho-seok. Me visto con ropa deportiva y llevo un bolso con todo lo necesario dentro. Salgo de mi casa y camino por la dirección que me dió Ho-seok. Está a casi veinte minutos a pié de mi casa.
Llegué y toqué el timbre, Ho-seok me abrió la puerta.
-Hola, Sun-mi. Bienvenida a mi casa.
-Hola Ho-seok. -pasé y me quité los zapatos en la entrada.
-Puedes llamarme J-hope, ¿sabes? Lo prefiero así.
-Ok, entonces tu puedes llamarme Sun.
-Perfecto Sun, entonces... ¿ensayamos ya?
-Claro.
Estuvimos una hora ensayando y luego hicimos un descanso.
-Toma, aquí tienes tu vaso de agua.
-Muchas gracias. -agradecí con una sonrisa.
- Pufff, estoy agotado. Por cierto, bailas muy bien, ¿cómo no has ido antes al conservatorio? -pregunta.
-Es que antes no vivía aquí, por eso te pregunté dónde estaba el conservatorio, ¿recuerdas? -él asintió- Me mudé a Seúl hace una semana con mi madre, mi hermano y mi padrastro.
-Yo me mudé aquí el año pasado con un amigo, nos pagamos el alquiler del piso a medias.
-¿Al principio no echabas de menos a tus otros amigos, familia, casa...
-Si, pero te acabas acostumbrando. Haces nuevos amigos... Creas nuevos recuerdos....
-¿Por qué te mudaste aquí? -digo curiosa.
-Por cumplir mis sueños, estoy en proceso de ser bailarín y rapero.
-Wow, si es así te deseo mucha suerte. He estado leyendo sobre ese tema y parece difícil.
- Lo es. -asiente- Aunque el esfuerzo valdrá la pena. Y tú, ¿por qué te mudaste?
-En realidad yo no quería, mi padrastro convenció a mi madre de mudarse aquí, y como mi hermano y yo somos menores, no podemos vivir solos.
-¿Por qué quería vivir aquí?
-Dice que hay mejores ofertas de trabajo para él, pero yo creo que es porque hay más clubs con perras para poder acostarse.
-Cuanto cariño le tienes. -dice con sarcasmo.
-Ya ves...