4. Extraña sensación

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La mañana había llegado y con ella una emoción extraña que no me dejaba concentrarme mientras iba hacia la oficina. No estaba nerviosa, o por lo menos no quería admitirlo. Lo último que quería era arruinar mi primer día de trabajo, pero el hecho de trabajar con un hombre tan misterioso y en una misión un tanto secreta me hacía imaginar millones de escenarios y ninguno tenía sentido.

Entrando a la oficina lo primero que veo es a la recepcionista que me atendió ayer y me saluda cordialmente.

- Señorita Savage, bienvenida, le mostraré su oficina. - Dijo mientras se levantaba de su escritorio y me ayudaba a llegar a mi nuevo lugar de trabajo. La oficina era pequeña, pero no me molestaba en lo absoluto, mi despacho anterior era aún amas pequeño y no era para nada acogedor.

Mientras acomodaba mis cosas escuche una voz gruesa dirigiéndose a mi.

-Veo que ya se está familiarizado.

La voz de Alessandro Lenoy lleno por completo el lugar en inmediatamente volteé a verlo.

-No veo por qué no hacerlo, y si me disculpa, tengo demasiadas preguntas sobre mis deberes.

-Es normal, pero primero me gustaría que se termine de acoplar el día de hoy con la oficina y con el personal que encuentre en el piso, recuerde ser discreta y no mencionar para lo que está realmente aquí.

-Lo seré. - Digo segura. Su presencia es simplemente intimidante, pero me las arreglo para rodear el escritorio y tenderle la mano a manera de saludo.

-Que tenga un buen día señorita Savage. - Dice Alessandro mientras me devuelve el saludo y asiento con la cabeza nerviosa.

Cuando sale de la oficina siento que recupero el aire y mi respiración se regulariza. Realmente no sé que hacer ahora, el hecho de familiarizarme con el personal no me deja del todo tranquila, soy muy reservada para esto.

Me dedico la mayor parte del día arreglando la oficina, hay mucho papeleo administrativo así que me enfoco en ordenarlo.

-Creo que ese es mi trabajo.- una voz desconocida me hace levantar la cabeza y encontrarme con una mujer madura y bien vestida, tenía un porte imponente pero su mirada a pesar de ser dura y decidida, era dulce y amable.

-Lo siento, no entiendo.- Dije un poco confundida.

-Soy Reyna, la que originalmente obtuvo el trabajo por el que tú estás aquí, digamos que soy tu encubierto.- Dijo divertida, inmediatamente me agradó así que le sonreí de vuelta.

- Oh en ese caso déjame darte la silla. Me levanté al momento que me acercaba a ella para presentarme.-Soy Elizabeth Savage...pero me puede decir Ellie.

-Un gusto Ellie, ahora, las cosas aquí funcionarán así.-Dijo cerrando la puerta para tener más confidencialidad.- El señor Lenoy tiene una oficina desocupada, ahí es donde tú trabajaras parte del día supongo, eso te lo dirá él. Nos turnatemos yo hago los trabajos administrativos, cuando estés en esta oficina harás otras cosas relacionadas a tu misión.

-Perfecto, entonces, ¿Ahorita que debo hacer?.- Dije dudosa

-Creo con el señor Lenoy, te está esperando en la oficina ya mencionada.

Después de indicarme cómo llegar a la oficina, me retiro y voy a esta, al llegar no sé si tocar o solo pasarme. Al final decido tocar ya que aún no me siento con mucha confianza.

La voz de Alessandro se escucha del otro lado invitandome a entrar y no puedo evitar pensar que la invitación tiene otro objetivo. Inmediatamente me recriminó por mí falta de concentración y entro a la oficina.

-Supongo que ya conociste a Reyna.

-Si, ya nos conocimos.- Dijo bajo mientras me adentro y cierro la puerta.

-Es mi secretaria personal, por lo que el personal no verá raro que esté en tu oficina ya que lo tomaran como si te estuviera ayudando.

Asiento y veo mi entorno, la oficina es moderadamente grande y en el escritorio hay muchos papeles, los analizó rápido con la mirada.

-Hoy empezaremos a investigar señorita Savage, los papeles que puede ver son registros de la entrada y salida del dinero.- Me acerque más para poder ver y sintiéndome un poco nerviosa por su cercanía lo escuche atenta.

-Son muy constantes, no hay irregularidad.- Dijo mientras tomo un registro

-Así es, lo que haremos hoy es encontrar la irregularidad, será un trabajo largo, son registros de 10 años y todos los días entra y sale dinero de aquí.

-Esta bien.- Me alejé para tomar asiento y empezar. No hubo más palabras más esa extraña sensación de estar junto a él en una oficina.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2019 ⏰

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