Me dejaste con las palabras en la boca, sin poder decirte la verdad, sin poder decir lo que sentía, te fuiste sin ningún aviso siendo para mi un imprevisto, estaba decidido a enfrentarme a tu rechazo pero aun así lo haría sin dudarlo.
Quien imaginaría que este amor de niñez fuera a llegar tan lejos.
Aún te guardo en mi cabeza como una hermosa princesa, esa que iluminaba mis días, y sin llegar a pensar que algún día me dejarías, aun sabiendo que tu no lo notarías, que no te importaría.
Pero solo fueron pensamientos de un niño enamorado, un niño sin miedo al rechazo.
Lo único que espero, es que ya no vuelvas...
Roger Taylor