Gaara no supo cómo pasó todo tan rápido,pero Hinata había caído bajo sus pies literalmente hablando.
Se quedó parado observándola desmayada entre pétalos de rosa, la cargó en sus brazos y aspiró su aroma a rosas y lavanda.
Cuando se dio cuenta estaba olisqueando su cuello de una manera muy íntima que cualquiera que lo mirara pensaría que es un pervertido.
Se avergonzó de sí mismo y rápidamente se alejó de ella, la acostó en la cama y la siguió observando.
No sabía cómo sería su vida a partir de ese momento pero el tenerla a ella le ocasionó varios sentimiento que nunca imaginó sentir, todo era nuevo para él.
Abrazo con fuerza a la mujer que tenía a lado y se dispuso a dormir.
Hinata estaba incómoda, se sentía bastante pesada, al abrir los ojos lo primero que vio fue el rostro de Gaara, sus pómulos marcados y su cabello rojo ocupaban parte de su almohada.
No sabía qué hacer o que decir, su pecho desnudo y sus brazos torneados la estaban rodeando, por eso es que se sentía pesada.
Ya había oscurecido y ella se había desmayado solo porque su mente pervertida se imaginó esa misma escena hacía unas horas.
Sintió su cara arder y su cuerpo reaccionó extrañamente, sus sentidos estaban extrañamente alertas y cualquier movimiento era más vivido.
Estaba bastante acalorada, era extraño y aun así reconfortante. No recordaba la última vez que alguien la abrazo de esa manera y menos un hombre ¿o es que tal vez no había visto a nadie como hombre?
El calor subió de las puntas de sus pies hasta su cabeza, se estaba volviendo insoportable.
Se levantó con cuidado de la cama y camino al oasis, el agua tibia calmo un poco la mente se sumergió y nado con calma hasta que sus pulmones pidieron aire.
Era delicioso sentir el agua alrededor suyo.
Cuando salió a la superficie su mirada quedó clavada en el cuerpo desnudo que estaba entrando a la orilla del oasis.
Si, Gaara era un hombre hermoso, sus facciones eran exquisitas y sus ojos te obligaban a no apartar la vista de ellos y hoy tenía una mirada depredadora que hacía que un escalofrío recorriera su todo su cuerpo.
¿Tienes calor? Dijo Gaara mirando a los ojos.
Ella tragó saliva para poder contestarle sin tartamudear.
Si- bajó el rostro apenada y fue consciente de su desnudez.
Gaara se acercó más a ella y la tomó de la barbilla para que lo mirara.
-Desde ese dia que te mire bajo la luz de la luna bailando con las gotas de agua, no había tenido una vista tan hermosa-
Hinata estaba tan nerviosa que sus ojos se llenaron de lágrimas, pero Gaara no le dio tiempo de nada y la besó.
Junto sus labios y ella con la sorpresa abrió un poco la boca y el chupo sus labios con calma,su lengua y mordió extasiado.
Hinata sintió sus brazos envolverle la cintura desnuda y como sus cuerpos se rozaban, el calor que tenía en todo su cuerpo se concentró en su vientre y mientras Gaara más la besaba y acariciaba su espalda más insoportable era.
De repente Gaara se separó de ella y ella sintió el vacío de su cuerpo.
Lo miró anelante, Gaara la volvió a abrazar pero la cargo poniendo sus manos en sus nalgas y pegando sus pechos, sus piernas de ella se enroscaron naturalmente en la cintura de él y mientras el caminaba a la cueva ella sentía la fricción de su miembro erecto en su entrepierna haciendolo tremendamente erotico.
Los jadeos de los dos eran como música para sus oídos y calentaba más el ambiente.
Llegaron a la cama y Gaara la bajó con cuidado, las sábanas se mojaron en cuanto sus cuerpos tocaron la cama, él se recostó encima de ella frotándose entre su entrepierna.
Ella se sentía resbaladiza, no sabía qué hacer.
Gaara estaba desesperado, quería comérsela, ella era tan dulce quería morderla hasta hacerla llorar.
Beso su cuello, sus orejas y sus pechos dejando un camino de saliva por donde pasaba su boca.
Recorrio con calma todo su cuerpo hasta encontrar lo que buscaba, lentamente pasó su lengua por sus vulva y al notar que ella se estremecía empezó a moverla con rapidez en su pequeño botón sobresaliente.
Hinata sentía que iba a explotar sus caderas se movían solas al ritmo de la lengua de Gaara y una explosión de éxtasis la hizo retorcerse y quedar languida.
Gaara la miró a los ojos y besó su boca de nuevo, ella pudo probar su sabor en él.
Gaara se acomodo entre sus piernas y volvió a besarla frenético, ella se repegaba a él tratando de que lo hiciera pronto, él le dio un pequeño beso y él dijo.
- con calma-
Con una mano la acomodo su pene en ella y ella pudo sentir la carne extraña que tocaba su centro y los nervios la hicieron retraer la cadera.
El río rocamente haciendo que ella se calmara un poco y pensó "no hay nada más sexy que su risa"
Él llenó su punta con el jugo de ella y despacio intentó entrar.
Ella gimió con fuerza y apretó los ojos.
-¿Duele?
-si.
-lo hare despacio.
Y empezó a entrar, ella sentía como su entrada se abría lentamente y un dolor punzante le rasgaba por dentro, él trataba de entretenerla besándola y masajeando sus senos.
Y finalmente entró hasta el fondo y un grito de dolor salió de los labios de ella.
Él se movía dentro de ella y le susurraba que todo estaba bien y besaba su cara con delicadeza.
De repente dejó de sentir dolor y el movimiento dentro de ella la empezó a llenar de placer y los quejidos roncos de él lograron que el fuego se instalara de nuevo dentro de ella.
Cuando él se dio cuenta que ella lo disfrutaba aceleró el ritmo y agarró sus glúteos con fuerza para entrar más profundamente.
La sensación para él era indescriptible, quería quedarse por siempre ahí y ser uno con ella.
Hinata empezó a gemir de nuevo con fuerza y eso hizo que de él brotara líquido preparándose para llenarla.
Hinata tuvo su segundo orgasmo y él se derramó dentro de ella con una estocada profunda con la que Hinata gritó con fuerza.
Y así los dos durmieron plácidamente abrazados.
Continuará...

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El Experimento.
Random¡Cabello rojo como la sangre,ojos verdes! No hay duda es su hijo.