Cαριтυℓσ 3

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»Existe todo aquello que puedas imaginar
Tan solo tienes que creer con fuerza
Todo lo que desees a tu vida llegará
Si no dejas que el miedo te detenga«

Sentía como la incredulidad recorrer en mi cuerpo.
Podía sentir en estos momentos un montón de emociones que jamas creí sentir, podía saber que poco a poco mis rodillas perdían su fuerza y sin poder evitarlo caí de rodillas al saber que había derribado a mi primer dragón...
Había derribado a un dragón...

Pero... ¿Por que no me sentía feliz?, ¿Por que me sentía como la bestia más horrible del mundo?.

¡Habia asesinado a un ser viviente!, ¡Eso no es humano!, ¡Eso no es digno!.

¡¿Por que quise hacer esto en primer lugar?!, ¡¿Por que rayos me deje llevar por cosas mundanas sin valor?!.

Apreté con fuerza mis puños, me sentía sucio, despreciable...
¿Por que seguí este caminó?, ¿Por que quiero seguir los pasos de mi aldea?...

Gruñi con fuerza, gruñi con tanta fuerza que no me di cuenta que había llamado la atención de un Aliento congelante. Me quede quieto y mis labios temblaron levemente por el miedo que en estos momentos sentía.
Los alientos congelantes eran grandes, sus alas podian tener el tamaño de dos casas y su mayor característica era que eran albinos con manchas rojas en las alas, toparte con uno significaba la muerte misma.

Retrocedí un par de pasos intentando no llamar su atención lo cual fue un intento fallido. Mis pasos eran nerviosos y mis piernas temblaban, él cielo al fin dejaba ver que amanecía un día más y la destrucción de Yuei no me ayudaba en nada.
Solté un chillido de horror al ver como mi inventó era destruido por una de las alas del magnifico y gran dragón, no podía hacer nada para evitar mi muerte.

Bueno tal vez solo correr. Y eso hize...
Corrí y corrí ignorando al dragón en vano, era rápido, seguro y en estos momentos me sentía como una de sus muchas presas.

—¡Papá !—Grite tan fuerte como mi voz me permitió, tenia miedo en estos momentos.

¡Seguia siendo un niño!, ¡Era humano claro que tenía miedo!.

—No puede ser...—Pude ver como mi padre solo tapaba su rostro con vergüenza.

Estaba avergonzado de su único heredero, de su único hijo. Estana avergonzado del desastre que era yo... Ya me había acostumbrado así que no le tome tanta importancia.

Mi Padre en un acto piadoso tomo su hacha para poder pelear con igualdad contra la bestia que me perseguía, yo por mi parte me oculte detrás de un gran árbol soltando un suspiro de alivió.

Había sobrevivido una vez más... Suspire con fuerza mientras miraba como mi padre le cortaba la cabeza al dragón. Quería vomitar, quería evitar a toda costa que asesinara a los dragones de esa manera tan salvaje...

—¡Padre !.—Grite con fuerza. No pude evitar que matará a otro dragón. Solo podia miriar horrorizado como mi Padre con sangre de dragón se riera con fuerza por su más reciente casería. No podía evitar nada...

Fue en ese momento que me di cuenta de lo insignificante que era, que la muerte era parte de ser Vikingo. Que todo lo que hacíamos era parte de el día a día...

—¡Así se mata un dragón hijo!.—Se regocijo con alegría...

La sangre derramada en el frío suelo, ser visto por toda tu aldea... Ser él único que mira con horror como más de uno soltaba un grito de guerra. Caí de rodillas mientras apretaba los puños con fuerza; Yo no quería esto, yo no quería ser un asesinó como ellos... Pero aun así, pero aun cuando mi corazón dijera algo mi mente decía otra cosa.

"Son gajes del oficio". Esa siemple frase me causaba malestar, demasiado a decir verdad. Apreté mis manos con fuerza mientras observaba como mi padre me miraba con decepción, la misma decepción que me mostró cuando era niño.

—Vamos a casa Denki...—Senti la mano de mi maestro y a paso lento lo seguí.

Caminábamos por el puente de piedra ante la mirada de asco y vergüenza de más de uno. Yo no soy Vikingo, tampoco soy fuerte... Soy alguien que puede respirar, soy alguien que sueña por vivir lejos de la guerra.

—¡Que inútil! —Escuche la voz de Monoma él cual se burlaba de mi.
Su hermana mayor simplemente le dio un fuerte golpe en él cuello dejándolo inconsciente.

Pasé a su lado y pude ver como Hitoshi me miraba como todos los demás. Me juzgaba con la mirada y por culpa de esos color lila mi respiración se volvió nula.

Pude sentir como Aizawa tomaba con fuerza mi brazo, quería que mirará al frente con dignidad. Yo lo sabia después de todo era su estudiante

—Aizawa...—Le llame a mi maestro y él solo me miro con la misma seriedad de siempre.

Podía decir que él era él único que no juzgaba, era él único que de verdad me apreciaba o eso quería creer.

—Es normal que te miren de esa forma. —Habló con calma descubriendo con habilidad la pregunta que le quería hacer.—La próxima vez no salgas de casa.—Ordeno y yo solo pude bufar levemente.

No me sentía de ánimos para poder replicar, no me sentía para nada animado para poder decir algo cuerente.

—Lo mataron a sangre fría...—Murmure y mi maestro solo le miro serió.

—Son gajes del ofició. -Serio y neutral, jamas se inmutaba y eso me molestaba. —Es parte de ser Vikingo. Si no eres capás de mancharte las manos para defender a los tuyos no puedes llamarte Vikingo.-Término de hablar con tranquilidad.

Yo por mi parte mire mis manos, había asesinado, —Lo mas probable — a una bestia de rango A. Mi intento había logrado derribar a un dragón difícil de cazar.

¡Había hecho algo increíble!, ¡Si traía la cabeza del dragón entonces podría ser un dignó sucesor de mi padre!.

Solté un leve suspiró y con una sonrisa me despedí de mi maestro mientras a paso lento entraba a mi casa. Una vez adentro tome la primera espada que vi cerca de mi posición actual para a paso rápido salir por la puerta trasera.

Corrí sin mirar atrás sintiendo como la brisa recorría mi rostro, sabía que mi padre haria una junta para hablar de los asuntos importantes con el consejo y los actuales guerreros. Sabia tantas cosas que prefería mantener como un secreto.

Corrí y corrí como si nunca lo hubiera hecho, mis ojos desbordaban de alegria al sentir mi pecho llenarse de libertad. Libertad que jamas podía sentir destro de pueblo.

Mire una vez los limites de Yuei para suspirar. Una vez que pasará los limites estaría solo, los dragones podrían matarme y usarme de palillo de dientes.

¡¿A quien le importaba en primer lugar?!, ¡Yo podía ser libre!, ¡Podía ser un guerrero también!.

Con esos pensamientos en mente pase los limites...

»Gracias a eso conoci a Kirishima...«
»El primero que no me juzgo. «

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2019 ⏰

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