Capítulo 2.

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Capítulo 2

Ya estaba en el bus, rumbo a Londres a pasar el mejor día de mi vida luego de mucho tiempo. Las horas pasaron con total lentitud para mi gusto, pero gracias a la música, logré no aburrirme en extremo. Como Teddy dijo, a las 11 estaba en las puertas del estadio. 3 horas después logré hacer ingreso a éste, junto a un grupo de personas. Todas tenía más o menos el mismo estilo que yo; camisetas negras con los logos de sus bandas favoritas –era un festival, por lo tanto habían varios grupos del mismo género- y cortes de cabello extremadamente extraños. Frente a ellos me sentía “normal”, pensado que quizás ellos tendrían más problemas que yo. Sonreí antes mis tontos pensamientos. Busqué una buena ubicación y a eso de las 4 pm, salió a actuación la primera banda. Tenía alguna de sus canciones en mi reproductor de música, por lo que coreé las que más pude. Las siguientes comenzaron a pasar hasta que por fin llegó la que tanto esperé. Los primeros acordes de “If you can’t hang” hicieron que la ansias de ver a mi banda favorita tocar frente a mis ojos aumentara. La aparición de Kellin Queen en el escenario hizo que pegara un grito de emoción, mientras comenzaba a cantar –gritar- una de mis canciones favoritas del álbum. Ya no me quedaba voz. Me picaba la garganta y necesitaba algo que la refrescara. Sin ánimos de dejar mi lugar, comencé a caminar hasta uno de los baños químicos ubicados a un lado del escenario para poder aún que sea refrescar mi reseca garganta. Una vez listo mi trabajo, abrí la puerta del baño de golpe y sentí que chocó con algo. Salí rápidamente con miedo de lo que sea que pude haber golpeado por ser un distraído o poco cuidadoso. Un chico estaba tirado en el piso con un brazo en la frente y los ojos cerrados seguramente por el dolor que había traído el golpe bastante fuerte que acababa de darle. De un minuto a otro el chico estaba frente a mí, con la mirada furiosa y dispuesto a seguramente, estrellar su puño en mi cara. Acerté. Estaba tirado en el suelo con la mejilla roja y latiendo. La adrenalina empezó a invadir mi cuerpo e hice lo mismo que él hace un par de minutos. Me levanté y le propiné un golpe de vuelta junto a un “que ni se te ocurra volver a ponerme una mano encima”, dije para luego darme la vuelta dispuesto a volver a mi lugar en el concierto. El coro de “Do it now, remeber it later” hizo que volviera al tiempo real, saliendo de mi ensoñación y dándome cuenta al fin que había golpeado a un chico por primera vez en mi vida. No puedo negar que me sentí más que poderoso, pero todo eso se fue a la mierda cuando un empujón hizo que chocara con otro chico. Me di la vuelta y me encontré con un par de ojos color zafiro que me miraran con enojo, mientras que de su bronceada piel resaltara un color rojizo que seguramente más tarde sería un no muy lindo moretón color morado. Error. Era el chico que había golpeado dos veces.

-Me vas a pagar esto…- apuntó su mejilla.- y el hecho de haberme golpeado con la puerta del puto baño.- habló fuertemente antes de enviarme de bruces al suelo de un puño en mi estómago. Había dolido, pero lentamente sentí como toda la adrenalina presente hace 10 minutos y que había desaparecido por un momento, regresaba a mí. Me levanté para devolverlo, pero el chico de un movimiento a otro, me volvió a tumbar en el suelo. Sentí como de a poco las miradas de algunos curiosos se posaba en la pequeña pelea, que comenzó a ser cada vez más grande, siempre conmigo en desventaja. El tercer coro de la canción se hizo presente y la letra penetró en mis sentidos.

“Remember when they said that what we want could never be done? (¿Recuerdas cuando me dijeron que lo que queremos no se puede hacer?)

When it all comes falling down (Cuando todo se viene cayendo)

We'll do what we want to,( Vamos a hacer lo que queremos)

So we'll do what we want to, yeah (Digo que vamos a hacer lo que queremos).”

Hacer lo que yo quiera. Tomé aire y me levanté para enfrentarme al chico frente a mí. Sonreí de medio lado con mi labio roto, y con una fuerza descomunal que ni yo conocía, lo derribé al suelo. No le di tiempo de levantarse, cuando ya estaba sobre él, dándole múltiples golpes en la cara y costados. A pesar de que el chico soltaba gemidos de dolor y trataba de cubrirse el rostro, no me pedía que me detuviera, y yo, sorpresivamente, lo disfrutaba. Unos brazos me levantaron justo cuando la canción había terminado y mi grupo ya se había retirado del escenario. Otro par de brazos levantaron al chico de ojos celestes y nos llevaron a una especie de caseta. Estaba en problemas. Como supuse, eran policías destinados a mantener la calma. Generalmente pasaban accidentes de ese tipo, en conciertos de grupos como lo eran Sleeping with Sirens y esta no fue la excepción, pero jamás pensé que yo sería el causante de dicha pelea. Nos sentaron frente a un oficial que se veía serio y a la vez enojado por lo que acababa de suceder.

-Quería un día de paz…sólo uno, y vienen ustedes, par de mocosos y me arruinan la tarde…-

-Él empezó…- dijo el chico con la cara hecho un asco y por mí causa. No me sentía orgulloso, pero si sentía cierta satisfacción al haberme defendido como debería haberlo hecho en la escuela. No dije nada, al fin y al cabo era mi culpa. Miré mis dedos jugar entre ellos mientras escuchaba el sermón del oficial frente mío. Podía sentir la penetrante mirada azulina del chico sentado a mi lado. Sabía que no estaba para nada contento con la situación, al igual que yo. Mis oídos se agudizaron y mis sentidos despertaron de un descanso temporal al escuchar esa frase.

-Tienen que ir a la comisaría local… si son menores de edad, tiene que venir alguno de sus padres o tutor para sacarlos de ahí… de lo contrario, tienen que ir ante un juez a que les dicte la sentencia…-

-Pero…¿Por qué?, técnicamente no hicimos nada malo…- habló el chico. Su voz sonaba angustiada y yo ya tenía una idea del porque.

-Por disturbios en vía pública niño…¿no te parece suficiente?...-

-Pero…-

-¡Basta!...Portman… lléveselos a la comisaría…- le dijo a un policía ubicado tras de nosotros. El chico soltó un bufido mientras yo conservaba la vista jugando con mis dedos pensando en que le diría a Teddy cuando la llamaran diciendo que estaba en una comisaría en Londres y que tenía que viajar 5 horas para poder sacarme. “¡Genial!” gritó mi subconsciente. Era primera vez que salía de la ciudad y hacía semejante estupidez. “Hacer lo que queramos”. La letra de la canción volvió a mi cabeza. Yo sí que estaba tomando a pecho esa parte de la canción y por primera vez en mi vida, lo había disfrutado.

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2014 ⏰

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Imagine living like a king someday (Larry Stylinson-AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora