A mi mismo, que he aprendido a hacer de la soledad mi consuelo. Que he curado mis heridas con más dolor. Que he aprendido a vivir cuando tenía la muerte delante de mis ojos. Que he aprendido a perdonar a quien me hizo arder y hacer arder a quien nunca me perdono. Que he vuelto a sollozar como antaño por no ver las estrellas.
A mi mismo, que he aprendido a hacer poesia con el miedo y al horizonte un estilo de vida. Que he conseguido ser cuando jamás supe quien era. Que he rozado cada centímetro de mi piel, buscando rasguños y cicatrices que me hicieran recordar lo que no debo olvidar. Que he aprendido a sonreír con el pasado y hacer del pasado una sonrisa. Que he destrozado mis complejos y he avivado mi deseo.
A mi mismo, que cada vez soy más yo y mejor yo, que cada vez me creo más por lo que sé y no por lo que me dicen. Me quiero.
