CAPITULO 8

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––¿Qué quieres ser cuando seas grande? –– formulo la pregunta el hombre con una sonrisa en su rostro mientras compartía un helado junto a ti.

Haces una expresión pensativa que a simple vista se ve adorable antes los ojos del hombre, miras a tu alrededor a los niños de tu misma edad jugar con sus padres o con otros amigos y sonríes ampliamente al ver a un niño saltar como un súper héroe hacia el arenal.

––Quiero ser una súper heroína, que pueda volar, y tener súper fuerza para proteger a papá y mamá de cualquier cosa –– el hombre abre los ojos sorprendido ante tu respuesta, te observa por un instante y te acaricia cabeza regalándote una pequeña sonrisa

––Eso lo tendría que decir yo... –– haces un pequeño puchero que el hombre capta que no fue la respuesta esperada, suelta un suspiro de rendición y cambia sus palabras al final –– Mi pequeña Hinata, seré feliz que me llegues a proteger si estoy en peligro, desde hoy serás mi heroína que salvara a su padre si cae en las manos de una persona malvada.

Sonríes complacida y te pegas un poco más a tu padre mientras terminas tu helado, puedes imaginar ser grande, ser una mujer fuerte y proteger a tu padre y a tu madre de cualquier peligro.

––P-Padre...–– murmuras con dolor entre sueños al recordar una promesa que no has podido cumplir y con dolor sientes que no la podrás hacer.

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La mañana transcurría con normalidad para los visitantes del centro comercial Sunshine city uno de los sitios más visitados por la comunidad en general por tener una amplia gama de locaciones a disfrutar, desde un acuario, tiendas de todo tipo y parques temáticos. Las conversaciones de la personas y risas resuenan por todo el lugar, acompañado de una música de fondo que brinda el centro comercial, analizas a tu alrededor de forma precavida, te encentras en el 8 piso poca gente se encuentra en este piso ya que es el área para estudios, te entras a la librería y te acercas a la sesión de historia tomas un libro y lo revisas levemente mientras tus ojos se dirigen hacia tu objetivo.

El hombre de cabellera negra se encuentra sentado a pocos metros de ti, rodeado de niños y varios padres de familia que escuchan atento la lectura del hombre de sonrisa calidad, el hombre hace una expresión de asombro al leer un párrafo y los niños hacen la misma expresión y en la siguiente página todos empiezan a reír...aprietas levemente el libro entre tus manos, nadie, absolutamente nadie podría imaginar que aquel sujeto que lee cuentos a niños y sonríe de esa manera fue el encargado de dar la orden de matar a sangre fría a todos tus compañeros y acusarte a ti de ese crimen.

––¿Qué les pareció el cuento? –– Pregunta el hombre de cabellera negra al terminar de leer el cuento, sonrió para todos y los niños gritaron felices y lo aplausos de los padres no se hicieron esperar.

Un hombre de cabellera gris se acerca y le susurra algo, que hace parar a Orochimaru, cierras el libro y lo dejas sobre la estantería, había llegado el momento de actuar, el hombre se despide de los presente y continua su camino y muy cerca de él te encuentras, un golpe certero y tu venganza se cumpliría. El hombre toma el ascensor dirigiéndose al primer piso, te sitúas en la parte de atrás evitando ser visto, Orochimaru se encuentra adelante hablando con otras personas amenamente, al sonar el timbre avisando la llegada a su destino observas a tu presa salir y detrás de él otras personas, lo sigues a distancia de forma prudente lo ves acercarse a su auto que está esperando a la entrada del centro comercial.

Te posicionas en uno de los muros cerca a la puerta principal, tu presa ser acerca al auto y el hombre de cabellera gris se acerca para abrir la puerta, tus ojos no pierden ningún detalle, sientes tu pulso acelerarse y la emoción de ver el cadáver humeante de Orochimaru crece como espuma...

––¡Señor! –– Grita un niño corriendo hacia ellos, giras tu rostro hacia él, mientras viene a toda prisa con un globo en la mano y su madre detrás de él. El hombre de cabellera gris detiene su proceder de abrir la puerta.

La respiración vuelve a ti, al ver que la puerta no fue abierta, ruegas internamente que ese niño y su madre se alejen de aquel lugar, no quería cargar con el peso de una madre e hijo inocentes sobre sus hombros. Orochimaru se pone de pie y toma el globo del niño, la madre cruza unas palabras con el hombre, pero vez con horror como otro hombre se dirige abrir la puerta para ella y el niño y Orochimaru con el hombre de cabellera gris se aleja del auto, para tomar otro que llegaba. Sueltas una maldición entre dientes y corres hacia ellos, tomas a la madre y el niño y los alejas del lugar...¡Bum! Resuena y la onda expansiva se dispersa destruyendo vitrinas, varios vehículos, la infraestructura del centro comercial. Observas a la mujer y al niño que se encuentran en shock por lo ocurrido, los gritos de la gente y las sirenas que se escuchan a lo lejos te hicieron buscar a tu objetivo. Pero antes de poder dar un paso, algo te hizo detener, llevas la mirada hacia el frente y observas como la mirada fría de Orochimaru te miran fijamente, sonríe de forma venenosa y comprendiste que ese hombre ya sabía que ese vehículo se encontraba una bomba y solo uso a esta mujer y al niño para hacerme salir.

Aprietas los puños a sus costados, te maldices mentalmente por haber caído en su trampa, lo ves desaparecer entre la multitud y antes de poder alcanzarlo un disparo resonó en el lugar, haciendo que la gente corriera y gritara con más fuerza, bajas la mirada hacia tu hombro izquierdo y la sangre fluye en gran cantidad, aprietas los dientes y sacas tu arma y buscas refugio entre los escombros, no eras un novato, porque maldita sea no habías previsto este hecho, te regañabas internamente. el humo, un franco tirador en el lugar, las sirenas acercándose a toda prisa te indicaban que debías huir del lugar, buscas una salida entre la multitud para no ser blanco fácil y corres lo más rápido que puedes.

Al estar lejos del sitio, te escabulles entre los callejones, detienes tus pasos y te dejas caer al lado de un contenedor de basura, observas la herida y una punzada en el pecho te hace preocupar, "esa bala no es normal" piensas tomando una navaja para sacarla, pero antes de poder actuar tu mano pierde movilidad al igual que tus piernas.

––Maldición moriré asi –– Murmura con impotencia, tus ojos se cierran lentamente, un eco leve de unos tacones acercándose y el olor a un perfume te hacen relajar..." Como desearía verte Sak..." piensas a último momento antes de perder el conocimiento.

––Eres un completo tonto Kyubi   

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Continuara 

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