16. Siempre Drake

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Blake

Es desagradable ver ese rostro, me recuesto en el umbral de la puerta y ella me ve de arriba a abajo, ella parece notar mi mirada de ¿Que demonio haces aquí? así que se aclara la garganta y empieza a hablar.

-Vengo por dos cosas-asiento- la primera, te vengo a pedir disculpas por como te he tratado y la segunda, se que estuviste sola con mi Novio en el cementerio y quería pedirte amablemente-eso último lo dijo entre dientes y una sonrisa de victoria se instala dentro de mi por causar esta molestia sobre ella- que el es mío y no permito que este con cualquiera.

Bufó-Vienes a mi casa a pedirme disculpas pero ahora me llamas una 'Cualquiera' eres una hipócrita...oh y acepto tus disculpas-cierro la puerta en su estúpida cara llena de polvos y cremas.

-¡Esto no se queda así!-palmea mi ventana con algo de fuerza, corro la cortina- ¡Oíste! ¡no se va a quedar así!-le saco el dedo y se molesta aun mas- ¡zorra!

Una fuerte carcajada sale de mi garganta, esa como que no se ha visto en un espejo y no ha comprobado que ella es la reina de las reinas zorras, por dios son las dos de la mañana y tiene un labial como para ir a una gala.

(...)

Drake

Los rayos de sol entran por mi ventana y dan sobre mis parpados haciendo que me despierte y me ciegue con la luz, me muevo un poco y siento un cuerpo caliente junto a mi cuando me acostumbro a la luminosidad veo el cabello rubio de Fabiola cubriendo toda su cara la sabana esta de sus pechos para abajo y sus brazos a un lado los tapan, trato de recordar lo de anoche.

Luego de que Blake me amenazara y le dijera lo hermosa que se veía, Fabiola me llamo para ir a un bar no tenia nada mas que hacer así que acepte, ella dijo que me esperaría afuera y a eso de las dos y media de la mañana nos fuimos y llegamos a la cinco, supongo tuvimos una sesión de sexo salvaje porque la ropa esta en todas partes, miro hacia el techo ¿que diablos...?

¿Como rayos llegaron unas bragas a el tuvo de la cortina de mi ventana?

Me restregó los ojos y me levanto para ir al baño y hacer mis necesidades, me ducho y salgo con una toalla alrededor de mi cintura la rubia a cambiado de posición ahora esta boca abajo, tomo un pantalón holgado y lo coloco apretando el cordón que esta en medio para que no se me caiga. Bajo y preparo el desayuno unos huevos revueltos y unas tostadas con mantequilla sirvo en mi vaso jugo de naranja y en el de Fabiola agua, según ella esta en un dieta y prefiere no tomar cítricos y esas cosas.

Hablando de la reina de roma.

Ella toma asiento solo lleva puesto una camisa mía me sonríe y me da un 'buenos días' a lo que yo repito la misma frase, la veo tomarse una pastilla y mi ceño de frunce ligeramente.

-¿Y esa pastilla es para que?-pregunto.

-Eh...¿del día después?-lo dice con ese tono de obviedad y yo asiento volviendo a mi desayuno que ya casi acaba.

Cuando Fabiola se fue yo solo me la pase en mi teléfono, no tenia nada mas que hacer si limpie un poco pero no supe que mas hacer o a donde ir así que decidí ver una película cualquiera las horas transcurrieron normales ni muy lentas ni muy rápidas. Subo a la habitación y me siento en el balcón y me tomo un vaso de champangne mirando a la nada mi vista cae en aquella chica de cabello café y ojos oscuros como la noche una sonrisa traviesa amenaza con salir pero se extingue al ver a aquel sujeto de la moto otra vez.

Ella toma algo en sus manos que el le da, el se le iba a acercar para besarla pero ella solo le dio un beso en la mejilla y le sonrió para despedirse con la mano y entrar, veo al chico con una sonrisa de victoria en los labios mientras bebo de mi vaso con orgullo, el mira el suelo y aprieta sus puños ya que sus nudillos se tornan blanco, prende la moto y se va a lo que yo supongo todo furioso.

Blake

Nicolás me trajo un paquete del cual tenia mas o menos la idea de que se trataba, coloco la caja en el mesón de la cocina y abro poco a poco hasta encontrarme con un sobre mediano, lo abro y me encuentro un mecho de cabello negro con algunas canas sujetados por una cinta, leo la nota de adentró.

"Este es el secuas del bastardo que casi te mata, esta secuestrado y esta es la dirección de su casa:

Av 6, cruce en diagonal sector La Paz, calle 10 casa 45

Vive con su esposa y un hijo de 17 años, espero y hagas lo correcto no quiero derramar sangre, así no sea un inocente"

Cierro el papel e inspecciono el resto del sobre y encuentro dos fotos una del hombre golpeado y la otra en la cual el esta de perfil y se ve el hueco donde falta el mechón, para que no descubran que yo tuve esto a mi poder limpio todo para poder borrar mis huellas y al momento de tomar de nuevo todo para guardarlo me coloco unos guantes de latex. Guardo todo y lo escondo en mi closet bajo unas toallas de baño.

Tocan la puerta.

Si es esa perra va a ver que yo no tengo tiempo para sus estupideces de niña consentida.

Bajo esta ves rápido y preparada para los insultos que le lanzare, cuando abro la puerta unos insultos mejores a los que había pensado surgen de mí.

-¿Que mierdas haces aquí?-esta vez sueno tan irritada que espero y entienda que no lo soporto.

-¿No puedo ver a mi vecina favorita?-ruedo los ojos.

-Ya lárgate ¿si?-el ríe.

-No lo creo, hermosa-trata de tocar un mechón de mi cabello pero me alejo.

-Drake, dije que te largues-repito aguantando todo lo que tengo por escupir.

-¿Y si no que? ¿descubriré algo que no debo?-habla con sarcasmo se que recuerda lo que le dije en el cementerio.

-Última vez Drake-cierro mis manos en puños y aprieto la mandíbula al pronunciar cada palabra. No puedo permitir que me vea perder el control, el es una persona muy reconocida en varios países y por ende me llevarían presa por atacarlo.

-¿O si no que, Blake?-se cruza de brazos.

-Ella ya te pidió que te largaras-escucho a Nicolás hablar.

Hay no.

Mejor no descubras mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora