Los Cazadores de la Magia Pérdida

Londres

Una gran cantidad de pergaminos y mapas se encontraban esparcidos sobre la lujosa mesa de cristal en medio de la sala, repartidos en diferentes sillones de cuero y taburetes los Aurores recopilaban la información que el auror Jonas les entrego, este se encontraba mirando un mapa que había fijado a una pared marcando varios puntos importantes, al rato una de las puertas junto a la sala se abrió y Salazar salió completamente irreconocible.

Llevaba el torso desnudo, iba descalzo y con una toalla al rededor del cuello, se había quitado toda la mugre del cuerpo, sus uñas habían sido recortadas y limpiadas, su cabello estaba limpio y llevaba un corte moderno un tanto muggle, su piel era tan blanca que el unió tatuaje en forma de serpiente sobre su pectoral derecho resaltaba hasta parecer que el animal saltaba a la vida.
Jonas se había quedado mirándolo con mucho interés pero manteniendo su rostro inexpresivo, al notar que lo miraban Salazar dejó de frotarce el cabello con la toalla y ladro.
- que! -
- para ser un ex mortífago no posees la marca tenebrosa - le dijo Jonas
- quien dice que soy un ex mortífago?- pregunto de forma arrogante Salazar
- tu expediente dice que lo eras- le informa un auror mayor de cabello color arena y una incipiente barba - posible mago tenebroso, responsable por el secuestro de cuatro muggle, autor del libro publicado en la clandestinidad Las artes más oscuras, responsable de la tortura bajo la maldición imperdonable sobre un auror encargado de caprurarle, robo, entre otros - el hombre depósito los pergaminos sobre la mesa y se cruzó de brazos - la pregunta es porque el ministerio libera a un criminal como tu y le asigna una misión como esta?-

Nadie dijo nada esperando la respuesta que no llego nunca.
- eso pregúntaselo al ministro. - luego dirigiéndose a Jonas le solto- yo no usaré ropa muggle para salir a la calle.-
- todos usaremos esa ropa, nesecitaremos camuflarnos entre ellos para recopilar información aquí en londres, comprar algunas cosas y prepararnos para ir a nuestro siguiente destino-
Que es Moscu- lo interrumpió el auror ruso poniéndose en pie y colocandoce la chaqueta que tenía en el perchero junto a la puerta - yo iré a comprar comida de verdad, sin ofender pero no sé cómo puedes vivir comiendo tan sano.

Dicho esto el Auror salió y cerró la puerta, otros tres Aurores también se levantaron y salieron del departamento.

- si gustas podemos tomarnos un descanso - le sugirió Jonas al auror que quedaba - prepararé comida chatarra para variar-
- no sé si me escuchaste pero yo dije que no saldría con ropa muggle a la calle - reprochó Salazar
- eso que estás usando son pantalones de chándal muggle -
- lo sé - contesto frunciendo el ceño - no habia nada que ponerme en tu habitación y la ropa interior que me has dejado me queda muy ajustada - dijo tirando del elástico de sus boxer - cómo pueden usar esto todo el día y como es que un mago como tu puede vivir en este lugar?-
- esa es ropa normal, terminas acostumbrandote a ella y este es mi hogar vivo aquí desde que me retiré -
- un traidor a la sangre, igualandose a ellos - escupió en el suelo
- si no sierras la boca te hechare un maleficio -
- porque no me devuelves mi varita y lo intentas - lo reto Salazar dando un paso al frente
- vasta chicos - intervino el auror español - llevemos la fiesta en paz, Salazar esta es la ropa que usaremos para camuflarnos, este es el lugar que tendremos como base de operaciones yo no lo apruebo del todo pero mi trabajo es tomar lo que me dan - poniéndose en pie y caminando hacia la cocina agrego - joder macho como es que tienes todo tan limpio sin un elfo doméstico?-
Jonas no respondió este se encontraba mirando fijamente el abdomen de Salazar, no estaba tan marcado pero si se notaban las divisiones de sus six pak pero lo que le llamaba la atención era la ligera línea de bello color caramelo que desendia desde su ombligo hasta perderse bajo el elástico de la ropa interior.

Notando su mirada Salasar lo escudriñó con la mirada.
- ahora que? - bramó sacando a Jonas de sus pensamientos.
- ve a vestirte prepararé la comida y saldremos por ropa para ti y unos materiales para la misión

(...)

Entrada la noche Jonas se encontraba parado en un callejón sin salida mirando una puerta de una bodega que conducía a una tienda de tatuajes en la calle Holden cerca de su departamento en Nottingham, allí era donde se encontraban los traficantes que le entregarían sus identificaciones falsas, había dejado al resto del equipo cenando en el Papa John's del final de la misma calle, ya habían pasado tres días desde que lo habian asignado a esa misión y aún no compaginaba con los demás miembros del equipo, en su mayoría eran Aurores mayores en edad y experiencia que el y para agregar un ex presidiario que los odiaba a todos por sus ideales distintos.

Un fogonazo lo saco de sus cavilaciones y observó cómo una figura se materializaba frente a el, saco su varita y ambos se apuntaron, después de reconocerse las bajaron y se sonrieron.
- cual es la urgencia J. hacia mucho que no me contactavas, había escuchado que te habías retirado - dijo el hombre retirándose la capucha de la capa.
- lo estaba pero surgió algo, trajiste lo que te pedí?- pregunto con rostro inexpresivo.
- cuando te he quedado mal?-
- voy a nesecitar una distracción -
- eso te costará el doble -
-no hay problema, yo te enviaré una lechuza, el dinero te llegará de la forma tradicional -
- no hay problema, ten - le entrego a Jonas un gran paquete envuelto en papel marrón y luego camino a la entrada del callejón - donde estan? -
- en la pizzería al final de la calle - - se cual es, a cual de ellos?-
- solo destroza el lugar, yo me encargo del resto -

Desapareciendo en una gran boluta de humo negro el hombre se esfumó en la dirección que le indicaron seguido después de un momento por Jonas quien también desapareció entre el humo negro en la misma dirección.

(...)

Múltiples explosiones estallaron al mismo tiempo en los alrededores del local, la primera figura había hecho estallar dos de las paredes haciendo que el lugar se convirtiera en un caos de hormigón, polvo y humo. La segunda figura le prendió fuego al techo y cuando se disponía a elevarse para marcharse la maldición lo alcanzó de lleno en el pecho y lo derribo...

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