Detonante de culpabilidad

458 21 10
                                    

En un hospital en Estados Unidos, precisamente en Seattle, la sala de emergencias recibía a un puñado de personas, en su mayoría víctimas de un aparatoso accidente de autobús, entre ellos se encontraba cierta persona peliazul sin identificación alguna, tan solo un par de billetes de 20 dólares. Era preparado para una operación de emergencia.

**Este hombre ha perdido demasiada sangre, enfermera! Necesitamos sangre tipo O
**Si Doctor!

Los familiares de los accidentados llegaron poco a poco, salvo del joven que se debatía entre la vida y la muerte, nadie le conocía, triste suerte que le tocó, pues horas antes, el ahora apodado "Príncipe durmiente", tenía una leve discusión por celular.



                                                                                           ...

-Sempai porque no simplemente se deja de rodeos y me dice que me extraña-comentaba divertido desde la otra línea.

-Idiota, ni que fueras a quedarte toda la eternidad en esa susodicha conferencia en Seattle a la que te mandaron los de Shizuoka de último minuto- contestaba una voz muy gruñona, sin embargo por su tono de voz aparentemente estaba preocupado, cosa que aprovechó el chico peliazul.

-Bueno, el compañero que iría acaba de ser padre y tubo que pedir una ausencia para cuidar de sus esposa...¿acaso no te saldrías por una emergencia de tal magnitud?- pregunta con dolor fingido, quería escuchar a su antiguo superior que si haría semejante cosa.

-Yo...

-¿Sempai?

-Mo...Morinaga, por favor no vuelvas a decir esas cosas tan a la ligera, en cuanto regreses...yo...idiota, eres un grandísimo idiota!- el silencio fue un poco incómodo, pero con eso el peliazul daba por hecho que aquel sujeto, del que ya llevaba mucho tiempo enamorado, comenzaba a ceder un poco.

Luego de eso y de platicar otro poco sobre trivialidades y cosas acerca de dicha conferencia colgó, pues tenía una reunión con uno de sus superiores. Tomó algo de efectivo para cualquier cosa. El resto de sus pertenencias, como sus identificaciones, las resguardó en una pequeña caja fuerte que era proporcionada por el hotel ejecutivo al que había sido asignado por parte de la Farmacéutica.

-Bien! Hay que salir.

Pero un descuido, parte de estar embobado a una posible reacción de parte de su Sempai le hizo olvidar su celular, tomando rumbo y subir a un autobús a su destino.Un destino que nadie hubiera querido.

...

2 semanas después

Dentro de la unidad de cuidados intensivos. El inconsciente joven peliazul era atendido por una enfermera, la cual checaba cada máquina conectada a él y al resto de los pacientes dentro de la misma.

-Veamos, todo está bajo control señor Dominguez, pronto saldrá de aquí y su familia estará más calmada, tenga cuidado la próxima- comentó alegre al señor inconsciente que estaba al lado del peliazul, quien era el siguiente a revisar.

-Buenas tardes joven príncipe, creo que pronto lo van a trasladar a una sala más tranquila, jeje...

Sin esperar respuesta, la joven enfermera se abrió paso a la salida, aún no había nadie quien preguntara por él a pesar de haber pasado casi 3 semanas, ni siquiera han hablando en la embajada de Japón para dar razón de los accidentados.

Sin nombreWhere stories live. Discover now