Caída a la mentira

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-"Ya se que fuiste tu quien provocó ese accidente Masaru!"-contestaba fieramente Helena al mensaje que le había llegado.


-"Heheheh...es un gusto volver a saber de ti, Helena... :D"


Un emoji lejos de parecerle gracioso a Helena le parecía lidiar con un completo demente. Masaru era un hombre que conoció en una subasta de gadgets en Akihabara, en ese entonces ella hacía su pasantía en una clínica privada y no tenía amigos ni familiares en Japón, por lo que Masaru fue de gran ayuda para adaptarse a un nuevo idioma y cultura.


Luego de haber terminado su pasantía, habían ido a celebrar a un karaoke. Helena era de las personas que por más invitaciones le hicieran, las rechazaba, pero esa vez hizo la excepción pues quería celebrar el término de su pasantía y sobretodo su estadía en Japón.


Ella no era de despedirse de personas que quizás no volvería a ver, pero justo un día antes de tomar su vuelo de vuelta a Estados Unidos, citó a Masaru en un cibercafé. Habían estado conversando acerca de una tienda que casi nadie conoce.


-"Lo he comprado en Imake, esa tienda que nadie conoce..."


-¿Crees que encuentres el dispositivo que miré en la televisión durante el infomercial?


-"Si, tienen un montón de cosas buenas allí..."


-Masaru mejor cuelga, se escucha interferencia porque vas en metro...


-"No espera y deja te termino de contar...!"


Helena solo esperaba el momento en que su amigo podría meterse en problemas. Y muy atinada fueron sus palabras pues se escuchaba a Masaru pidiéndole a unas personas que le regresaran su celular; luego de eso la llamada se cortó abruptamente.


No sabía que una acción pudiera ocasionar la pérdida de cordura y un sentido de venganza muy tétrico por parte de su amigo.


-Masaru! Llevo más de media hora esperando en este lugar que huele a sudor.


-Esos imbéciles...ESOS IMBÉCILES DESTRUYERON MI CELULAR DE EDICIÓN LIMITADA!!


Si, todo por un simple celular; Helena pensaba que solo estaba furioso por el actuar del sujeto que destruyó dicho objeto, por lo que la conversación en lugar de tratarse de su despedida de Japón se tornaría a un plan muy sacado de la mente de un asesino serial.


Por lo que, con las palabras "me vengaré de ese pelo de trapeador" por parte de Masaru. Lo dejó con su patética venganza.


Volviendo a la realidad y darse cuenta que aún se mantenía en la habitación del peliazul nipon, salió al pasillo. Por suerte se encontraba en la UCI y las pocas áreas de cuidados especiales al menos por esa noche, se mantenían en silencio.


-"Ya para con ese actuar maniático Masaru. No tengo idea de cómo encontraste la manera de saber de este chico, pero ya basta!"-mensajeó con rapidez esperando su respuesta

Sin nombreWhere stories live. Discover now