Trágame tierra

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No puedo creerlo. Joel y Richard seguían de pie en la puerta y yo estaba ahí, desnuda junto a uno de sus amigos, definitivamente estaba en problemas.

-Para la próxima nos avisan, o podrían ponerle seguro a la puerta- dijo Richard con una sonrisa -lindo cuerpo Lina.

Genial, cada vez me ponía más roja.

-Tú madre está preguntando por ti- dijo Joel antes de salir de la habitación. No sé si Erick lo habrá notado, pero definitivamente estaba molesto.

Richard salió detrás de él, pero no sin antes mirarme de pies a cabeza nuevamente.

-¿Está molesto verdad?- preguntó Erick mientras me miraba.

-Demasiado, pero no es tú culpa, tranquilo-.

-Tampoco tuya amor, él no puede evitar que estas cosas pasen- agregó acariciando mi mejilla para luego depositar un beso en mis labios. Si, se estaba tomando esto de ser "amigos con derechos" muy en serio.

-Claro que él no lo puede evitar, pero yo si- solté.

-¿Te arrepientes?- preguntó.

-Claro que no, pero si sigues llamándome amor, y besándome tú te vas a arrepentir-.

-Lo siento, estoy acostumbrado a hacerlo con las chicas que están en mi cama, fuera de aquí las cosas vuelven a la normalidad, es que cuando las trato con ternura consigo aun más- dijo sonriendo seductoramente.

-Conmigo no funciona así corazón, yo solo quiero sexo, no amor ni relaciones-.

-Me encanta, creo que las cosas entre nosotros van a funcionar perfecto- dijo Erick.

-Claro, siempre y cuando Joel no quiera sacarme de aquí hoy mismo. No puedo creer que lleve recién un día viviendo aquí y ya me metí en problemas- dije mientras ponía mi mano en mi frente, las situaciones así me producen dolor de cabeza, y ahora mismo estaba por comenzar uno muy fuerte.

-¿Estás bien?- preguntó preocupado.

-Si, es solo un dolor de cabeza, se me pasará pronto, pero creo que debería irme- dije para ponerme de pie.

-No me dejaste terminar- dijo tomando a su amigo entre sus manos.

-Lo siento mucho, podría recompensarlo pero creo que es mejor que vaya a hablar con Joel-.

-¿Estas hablando enserio Lina?- preguntó algo molesto.

-Lo siento en serio, me encantaría seguir, pero no puedo, es mejor que me vaya corazón-.

-Esta me las pagas Carolina, ni creas que me voy a quedar de brazos cruzados- dijo mientras se ponía de pie y caminaba hacia el baño

Soy la peor del mundo y presiento que Erick no me va a dejar pasar esto, me va a salir muy caro. Pero prefería perder un ligue antes que perder a mi mejor amigo, el cual también podía ser mi ligue. Tomé mi ropa del suelo y me vestí rápidamente; salí de la habitación en dirección a la de Joel, golpee la puerta pero la música se escuchaba muy fuerte, así que solo entré.

-Se que escuchaste la puerta, por algo subiste el volumen- dije desde el borde de la cama.

-No quiero hablar Lina, vete, tu madre te ha estado llamando- dijo sin mirarme.

-No, no me voy a ir hasta que me digas que pasa-.

-¡No pasa nada Lina!- respondió levantando la voz.

-¿Entonces por qué me gritas?- pregunté.

-POR QUE ESTOY HARTO DE TÚ ACTITUD DE MIERDA ESTOS DÍAS- me gritó mientras me tomaba por los hombros y me hacía retroceder hasta chocar con la pared donde se contraba la puerta - TE HAS ACOSTADO CON TRES DE MIS AMIGOS, O POR LO MENOS ESO ES LO QUE SÉ, ¿CREÍSTE QUE ZABDIEL NO LO MENCIONARÍA?, LLEVAMOS HACIENDO ESTO MUCHO TIEMPO LINA, COMPARTIMOS A LAS CHICAS CON LAS QUE NOS ACOSTAMOS, Y TEMÍA QUE PASARA ESTO SI TE CONOCÍAN, Y ¿QUE CREES?, PASÓ.

-Joel, me lastimas, suéltame- dije ¿con miedo?, si, él nunca se había comportado así, mucho menos me había hablado de esa manera.

-Lo siento- dijo aflojando su agarre -estoy muy molesto contigo y no puedo controlarme, perdón nena- agregó mientras lentamente se acercaba a mi cuello para besarlo unas cuantas veces.

No mames, ¿realmente está pasando esto o estoy dormida y lo soñé todo?. Había pasado de estar enojado, a estar lleno de fuego.

-¿Que haces?- dije apoyando mi cabeza contra la pared, esto era extraño, pero tampoco lo iba a detener.

-Verte ahí con Erick hizo que deseara ser él, quería ser yo el que te daba ese placer. El otro día me dejaste ahí, sin más, quieras o no, ahora es mi turno- dijo mientras me quitaba rápidamente la polera y comenzaba a sacar mis jeans.

Se puso de rodillas frente a mi y sacó mi ropa interior. Estaba ahí, indefensa frente a mi mejor amigo, muchas veces había estado en ropa interior junto a él, era normal, pero jamás nos habíamos visto de esta manera, con tanta lujuria, o quizás si, pero ninguno había actuado.

Separó un poco mis piernas y acercó su boca hacía mi feminidad, sentí su lengua caliente alcanzar mi clítoris y comenzar a jugar con él, esto era fantástico. Lentamente comenzó a subir una de sus manos por mi pierna e introdujo un dedo dentro de mi, sin cuidado, lo que provocó que me sobresaltara, lo hizo como si estuviera desesperado por probarme completa. Siguió jugando con su lengua, secándome gemido tras otro, introdujo dos dedos más dentro de mi, su lengua cada vez se movía más rápido, de arriba a abajo, en círculos y aveces solo tocaba cuidadosamente mi clítoris. Puse una de mis manos sobre su cabeza para atraerlo aún más a mi; quería que fuera lo más adentro que pudiera. Sus dedos exploraban dentro de mi cuerpo, sentía como mi vagina se expandía en cada una de sus embestidas. De pronto mi cuerpo comenzó a tensarse, mis paredes se cerraban cada vez más.

-Joel- dije entre gemidos -me voy a correr.

Debí haberme quedado callada, por que en el momento en que abría la boca, sacó sus dedos de dentro de mi y los limpió en sus jeans, quitó su boca de mi vagina y luego se puso de pie.

-Perfecto, ten tu ropa- dijo levantando mis cosas y dejándolas en mis brazos -puedes irte-.

Dicho esto abrió la puerta y me sacó, si, me sacó desnuda de su habitación. Estaba temblando, no sé si era por que no me había dejado terminar, o por que estaba molesta. Pero si esta era su forma de demostrar que el mandaba y que aun seguía enojado conmigo, lo había logrado.






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