Capitulo 1.

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Annabelle

La vida te da sorpresas dicen, pero nunca me imagine que me viniera a dar esta sorpresa tan inesperada y cuando menos me lo imaginaba.

   Primero comencemos enumerando las cosas extrañas de mi mañana: Uno, desperté en una habitación que no era mía y al instante note que era de un chico. Dos, dicho chico tiene su pierna encima de cintura en un abrazo un tanto extraño. Tres, estoy sintiendo un horrible dolor de cabeza y eso me da a pensar que volví a tomar demasiado. Cuatro, el chico esta roncando en mi bello oído.

Así que cuando espero unos cinco minutos para pensar en cómo quitar su pierna y brazos de mi cuerpo, me dan unas terribles ganas de ir al baño así que solo hago lo uno que se me pasa por la cabeza que es gritarle para que se despierte y me deje ir.

-Okey Annabelle, cuenta hasta tres y gritas –me susurro a mi misma-uno...dos...tres –termino de contar y grito volteando mi cara hacia él.

-¿Qué mierda? –Grita sobresaltada el chico hasta que se pasa una mano por su rostro y me mira frunciendo el ceño - ¿Por qué gritas maniática?

-Porque no me dejabas de abrazar y necesito ir al baño –es toda la respuesta que doy levantándome de la cama con la sabana tapando mi cuerpo, camino hacia una puerta abierta y que supongo que es el baño, solamente entrando lo primero que hago es mirarme en el espejo y observar un gran chupetón en mi cuello, gruño enojada negando con la cabeza.

Luego de hacer mis necesidades y darme un casi relajante baño, digo casi porque sé que me espera una conversación con el chico chupetones, nótese mi sarcasmo, enrollo una toalla alrededor de mí

cuerpo y salgo del baño mirándolo, ya que está sentado en la cama solamente con unos bóxers blancos, lo detallo bien observando sus tabletas de chocolate un poco marcadas, unas piernas fuertes y brazos con músculos aceptables, cabello castaño, ojos azul cielo además de una boca irresistible, me quedo observándolo durante unos segundos y cuando mis pensamientos ya van por un camino erróneo que es el de lanzarme sobre él y repetir lo que me imagino que paso anoche, niego con la cabeza y comienzo a buscar mi ropa con la mirada.

-¿Cuál es tu nombre? –me pregunta levantándose de la cama y mis ganas de lanzarme sobre el vuelven a mis pensamiento, trato de evitarlo frunciendo el ceño.

-¿Debo de sentirme halaga porque me preguntes mi nombre?

-No, solo quiero saber el nombre de la chica con la que me acosté. –consigo mis bragas colocándomelas al instante, el chico me agarra del brazo para que lo voltee a ver.-¿No me lo vas a decir o qué?

Quito mi brazo bruscamente de él.- Suéltame niño bonito, no te he dado el derecho de tocarme así que menos te diré cual es mi nombre.

-Bien, solo dime que usamos protección –pasa una mano por su cabello hasta que observa el chupetón en mi cuello, no trato de ocultarlo porque al fin y al cabo fue él quien lo hizo.

-Eso te lo tendría que preguntar yo a ti ¿no?

-No lo recuerdo, joder.

-Yo tampoco recuerdo mucho así que igual tomare la pastilla del día siguiente, yo tampoco estoy deseando procrear un hijo tuyo.

-Oh bueno, gracias por la consideración.-es lo último que dice para entrar al baño y cerrar la puerta, suspiro terminando de recoger mi ropa, me visto y salgo de la habitación, veo el pasillo, personas durmiendo sobre vasos, bajo las escaleras mirando más de lo mismo para al final salir de la casa.

Camine de regreso a mi casa pensando en cómo pude terminar en la cama con ese chico, no digo que sea feo, es lo contrario demás de que se ve que tiene buen paquete, pero siempre estoy atenta con quien me voy a acostar, soy un poco cuidadosa en ese tema. Sí, me gusta el sexo y lo práctico pero con personas que se que no tienen ninguna enfermad, para eso tengo mi regla de 4 citas antes de practicarlo, puede ser exagerado pero lo prefiero a acostarme con alguien que no conozco–como anoche– y me contagie de algo que luego lamentare por imprudente. Por eso mi regla desde que tengo diecisiete años ha sido esa y me ha funcionado, se que siempre ha habido chicos que me dan mis 4 citas, tenemos sexo y ya luego nos vemos son en fiestas o por conocidos, yo estoy bien con eso y ellos también.

Así literalmente estoy rezando porque el chico guapo haya utilizado protección y no tenga ninguna enfermedad.

¡Te lo ruego Dios!

Es lo que voy repitiendo el resto de mi desastroso día.

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2019 ⏰

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