A través del velo | fanficción harry potter

Avada Kedavra

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Harry no era el único que había cambiado en aquel mundo, no, sino que cada persona tenía sus dos o tres diferencias. Como en el caso de Draco Malfoy: al ser su padre apresado por el delito de ser un mortífago, se crió bajo las miradas cariñosas de Narcissa y Andrómeda junto a la familia de la última; el rubio no creció siendo tan arrogante o cruel, ni teniendo ese odio inmenso hacia los muggles por lo que se llevaba bien con su prima Nymphadora y su primo Corvus. Era un buen amigo de los gemelos y Ginny Weasley, se guardaba aquellos comentarios fuera de lugar hacia los otros y no se aprovechaba del nombre de su familia para sus propios beneficios. Otro cambio notable era que en ese mundo, era que el mejor amigo de Draco Malfoy, era Harry Potter.

Ginny Weasley, en cambio, era una chica rebelde y apoyaba fielmente la pureza de la sangre igual que su novio —el Harry de ese mundo-, pero no pasaba a ser más de una opinión pues el amor que tenía por su familia era más fuerte que una creencia vacía. A su vez, los únicos que se llevaban bien con Harry de la gran familia de pelirrojos, eran ella, Percy y Charlie Weasley aunque las charlas con estos dos últimos se basaba solo en el Quidditch y en como purificar el mundo mágico de los lunáticos fanáticos de los muggles y los sangre sucia, sin importarle mucho que su madre fuera una de "esos".

El otro cambio notable había sido en Neville Longbottom pues paso de ser un cobarde llorón a un valiente chico que sacrificaba su vida por sus amigos y sus padrinos, sin contar que estaba enamorado de Adhara. Y de todas esas diferencias se dio cuenta al hablar con Ginny a las dos semanas de estar allí en ese mundo, estaban todos reunidos en Grimmauld Place –que no tenía ese aspecto de abandono- para tratar con un tema por el que ellos ya habían pasado: el regreso de Lord Voldemort a finales del curso anterior.

—Entonces, ¿Tu familia y Hermione me odian?

—Sí... —susurró Ginny sentada a un lado del azabache.

—¡Qué extraño es todo esto!

La menor le dio la razón y con cansancio, el mismo que tenía Harry, recostó la cabeza en el hombro de este y quiso dormir un rato antes de que comenzarán los gritos. Porque estaba segura de que más adelante los habría.

—¿No has pensado en cómo salir de aquí? —preguntó en voz baja.

—No, realmente no y no creo que ellos lo hagan pronto —dijo.

—Sí, ellos parecen..., alegres.

Y realmente lo parecían. Harry tenía la sensación de que tanto el Harry como la Ginny de esa dimensión –¡Que rato era hablar así!- no eran tan agradables, para ningún integrante de sus familias y querían, tal vez, aprovechar el tiempo con ellos mientras que buscaban una forma de que los dos regresaran sanos y salvos.

—Y... ¿Por qué Sirius y James solo hablan de regresarnos? ¿Él no piensa volver?

—Me gustaría preguntarle pero... No estoy seguro de hacerlo, aún no sé qué maleficio le lanzó Bellatrix... —susurró Harry haciendo lo mismo que Ginny y provocando en ambos la misma reacción: un golpeteó en el pecho y corriente eléctrica recorriendo sus cuerpos.

—Bueno, dos cosas son obvias.

La voz que los interrumpió, vino del chico de grandes ojos grises, el que se presentó en su casa como Corvus Black, hijo único del hermano menor de Sirius, siendo el sobrino y la responsabilidad de este último.

—Pues no sé que son esas cosas obvias, Black.

—El haz de luz, ¿Fueron uno o dos del mismo color?