Parte 34: ¡ADIÓS AMOR!

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"¡ADIÓS AMOR!"

I

Quisiera decirte muchas cosas,

así como cuando eras mi amada novia;

pero no, hoy no seré abundante con las palabras,

ellas a veces son tantas y sin embargo no dicen nada.

II

Lo nuestro no fue amor a primera vista,

creo que antes de conocernos el amor ya nos unía,

 al encontrarnos solamente fue cumplirse una profecía:

la que Dios en su Santo libro de la vida tenía bien escrita.

III

Nos juramos amarnos para siempre,

yo cumpliré mi promesa, no sé si tú aún lo sientes.

Decir, te amo, es tan poco, cuando sé que te quiero tanto;

solo puedo pedir al cielo que seas feliz como lo has deseado.

IV

Cometí contados errores por mi descuido,

nada fue tu culpa, asumo este separado destino.

Diste lo mejor de ti para salvar nuestro amor bendito,

no lloraremos porque sabemos que este amor seguirá vivo.

V

Sabes, recuerdo tus manos en mi espalda,

cuando dormido me despertabas dibujando un mapa.

Yo me molestaba, pues era muy temprana la helada mañana;

tú solo querías estar conmigo, casi siempre llegaba tarde a la casa. 

VI

Guardo la esperanza de verte de nuevo,

de que el futuro me traiga contigo ese consuelo,

para valorarte y cuidarte ahora sí con grande esmero 

y juntos llegamos hasta el final con arrugas y un poco viejos.

VII

Siempre estarás en mi dulce abrazo,

te quiero y más ahora que de mí te has alejado,

seremos amigos cuando de este mundo nos vayamos,

nuestro amor sigue, es bendito de Dios, su sagrada mano. 

VIII

Me faltó ser un poco más educado,

si hubiese sido atento seguro estaría a tu lado,

me dan muchas ganas de abrazarte y volver al pasado,

para construir contigo ese sueño que nos uniera como amados.

IX

Debo decirte esto y otro poco tanto,

pues lo que un día soñamos está muy lejano:

eres una mujer valiosa y me arrepiento no haberte valorado;

el implacable tiempo me enseñó que vuelve, sí, pero transformado.

X

Adiós mi amado y querido amor.

Te amo y te amaré aunque así todo haya terminado.

Que el Dios de la vida te sostenga con sus Santos Brazos,

y te dé esa felicidad merecida con el hombre que te sea presentado.   

A MANERA DE POEMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora