Puedes irte si no te importa lo que sucedió entre tú y yo.
Puedes irte si tu corazón no reclama mis besos y mis manos enredadas en tu cuello.
Puedes irte si has perdido completo interés por mí.
Puedes irte si te reclama el cuerpo de alguien más.
Puedes irte si al mirarme ya no sientes nada.
Puedes irte si cuando paso a un lado tuyo tu corazón no quiere salir disparado hacia mí.
Puedes irte si ahora tus manos encajan con las de alguien más.
Puedes irte si en tus planes a futuro ya no estoy yo.
Puedes irte si ya todos aquellos besos, abrazos, sonrisas y más ya no te hacen revolotear el estómago y a tu corazón.
Puedes irte si ya no me amas, porque de serlo así, no debería pedirte que te quedes.