Tal vez te aburriste de él porque el jamás se aburría de ti. Quizás no te amargaste tanto al hacerle daño sólo porque pensabas que algún día se iría de todas formas, como todos y todas las demás. Pero déjame decirte, no sólo perdiste a una persona pasajera, sino que perdiste a tu mayor admirador, la persona que creía que tú eras lo mejor del mundo. Perdiste al único que se alegraba más que tú cada vez que te veía feliz. Te perdiste de alguien que no siempre amaba la vida, pero que cuando sostenía tu mano, sabía con certeza que podría vivir contigo una eternidad sin pensar un sólo instante en alejarse de ti. Perdiste a un chico que te quería con locura, que hablaba de ti como si fueras lo más maravilloso del universo; el hablaba de ti y al escucharlo podrías pensar que si tu no existieras, las rosas se marchitarían y los instrumentos musicales ya no regalarían tan bonitas melodías. Perdiste a la persona que te amó como si fuera la primera y la última vez en su vida. Y de verdad, los siento por ti.