Luz al final del túnel.

Descontrol.

Misaki se había levantando mucho antes de lo que en la alarma de su celular se había presupuestado. Tuvo un sueño muy reparador, y tenía todos lo ánimos elevados por empezar a trabajar y comenzar a ordenar su mente. Al fin y al cabo cuando trabaja es muy estricto consigo mismo, esperaba tener un buen desempeño y ser un elemento positivo en el equipo de la editorial de Akihiko.

Solo había una cosa que le preocupaba.. Tania.

Hace un par de días atrás, habían invitado a cenar a Nao y Bonnie en casa de Akihiko. De pronto, mientras todos estaban en una amena charla comiendo el postre, el teléfono de Akihiko comenzó a sonar y Misaki juraría haber visto la incomodidad en su rostro al ver en la pantalla quién le llamaba. El hombre pidió disculpas, se levantó y salió hacía el balcón cerrando las puertas tras él.

Le pareció extraña su actitud, siendo que de los años que le conocía, él jamás interrumpía el momento de la comida por atender el teléfono, incluso se molestaba por eso, asumió que sus costumbres habían cambiado en el tiempo en que no le vio.

Pensando en ello estaba cuando Nao y Bonnie a pesar de ser lo invitados de honor, insistieron en lavar toda la vajilla y utensilios ocupados en la cena, por lo que les pidió disculpas levantándose para ir a tomar sus medicamentos y pasar al baño.

Al regresar, Akihiko aún estaba afuera, Bonnie y Nao suponía estaban en la cocina, caminó hacía allá para ayudarles en lo que faltara.. Y ahí les escuchó, hablando de forma muy baja pero clara.

No era una conversación agradable.

"-Nao no me da buena espina, tienes razón Tania no va a detener su avance, hoy escuché que te desplazaría y volvería a ser la editora de Akihiko, que estaba feliz porque supuestamente él le había pedido aquel cambio- Bonnie habla preocupada secando sus manos.

-Eso no es posible Bonnie, debe estar alardeando, si fuese así, ¿No crees que Akihiko me lo habría dicho?-

-¿Es que no lo ves Nao?, ella juega sus piezas en nuestras narices y ni siquiera nos damos cuenta. Sophia me comentó que Tania con Akihiko conversaban largamente todos los días y que ambos estaban ansiosos por verse, ¿No viste la cara que puso recién?. Han pasado más de 20 minutos y aún esta afuera, no sé.. Ésto me da escalofríos, tenías mucha razón, esa mujer quiere a Akihiko a toda costa-

-Maldición esa zorra me tiene enfermo Bonnie, nunca había odiado a una persona, pero supongo que hay una primera vez para todo, si Akihiko me da la espalda como su editor para cambiarme por Tania, no se lo perdonaré, ya he aguantado demasiado la ceguera que tiene con esa mujer, a veces pareciera que lo tiene embrujado-

-Solo espero que Tania no dañe a Misaki, estoy segura que es capaz de todo con tal de quitarle del camino, espero que Akihiko no sea tan tonto para defender a Tania por sobre Misaki, porque ahí no habría nada que hacer-

-No lo creo, aunque con esa mujer hay que tener mucho ojo, si llegase a hacerle daño a Misaki y Akihiko no hace nada, que se olvide de mi amistad y de Misaki, yo lo podría recibir en mi casa, no dejaré que le lastimen Bonnie, ya viste a ese pobre chico, a sufrido mucho y a pesar de eso tiene un excelente corazón-

-Tienes razón Nao, yo también le defenderé, promesa del dedo meñique-

-Vas aprendiendo eh, promesa del dedo meñique entonces-".

Misaki esperaba de todo corazón que las cosas con Tania fueran solucionables, y que pudieran trabajar en armonía, suplicaba porque no fuera aquel demonio que describían.

-Misaki, hiciste el desayuno, se ve delicioso- Akihiko le halaga, el hombre ya aseado y vestido elegantemente se ve lindo, a Misaki le agrada verle feliz.