Viviendo con el enemigo.

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El chico tomó asiento en la silla frente al escritorio de Zed. Dio un suspiro hondo y pensó muy bien en que preguntar.

—¿Por qué ella me trajo?

—Porque tú, mi querido casi mundano perteneces aquí.

—¿Volveré a Nueva York?

—Lamento decirlo pero no.

—¿Por qué no? ¿por qué estoy aquí entonces? ¿cómo así que pertenezco a aquí?

—¡Hey! Calma, una pregunta a la vez o no te responderé nada

Corey dio un suspiro algo frustrado.
—¿Por qué estoy aquí?

—Porque descubrimos quien eras y que allá en Nueva York o cualquier parte del mundo alterno podrías correr peligro. Supimos hace apenas cinco años lo de tus padres, averiguamos y no debías de estar viviendo con esa chica.

—Espera, no comprendo. ¿hablas de Mónica? Es mi hermana, y mis padres murieron en un accidente cuando era un bebé.

—Oh vamos, es una típica mentira, hasta yo al tener razonamiento suficiente sabría que es una mentira. Ella no es tu hermana, Corey.

—¿Qué? ¿Cómo es que están seguros de eso?– Corey podía sentir como se sentía más confundido y algo curioso respecto al tema, saber sobre sus padres le era algo crucial del porqué estaba allí pero el hecho de que ellos no hayan muerto como lo había dicho su hermana le confundía en parte, pero más importante le dolía el hecho de que ella tal vez no sea su hermana, su unica familia.

—Porque nos lo informó una fuente cercana a nosotros. Veraz, tus padres murieron asesinados a manos de uno de sus enemigos los cuales eran y son aun los nuestros. Lo cual significa que también son tus enemigos.

—¿Cómo sé que no me están mintiendo? ¿Cómo creerles?

—Porque si nosotros fuéramos tus enemigos te aseguro que Charlotte te hubiera matado enseguida.

—¡Oye! No tengo tan mal corazón.– refutó la castaña.— Yo no ensucio mis manos, lo hubiera dejado con un rotrum.

Corey tragó saliva al escucharla y recordando lo que hace minutos le había ocurrido gracias a esa bestia, ya no le parecía tan amigable esa chica. Dio un suspiro profundo.

—Bien, quiero que me expliques todo desde el comienzo.

—Bueno, cuando supimos de la muerte de tus padres creíamos que ellos estaban a salvo allá en el mundo alterno y que tal vez era una mala información, pero al enviarles una carta con una citación para una reunión nunca la respondieron, nos resultó extraño pues sabíamos que tenían un gran amor, por así decirlo a las reuniones imprevistas que hacíamos, si sabíamos que habían tenido un hijo pero nunca te llegamos a conocer hasta ahora o por fotos. En fin comenzamos a investigar sobre tu paradero pero nos resultó difícil porque estabas en otro continente y del otro mundo alterno; entonces hace un año por fin te encontramos pero no te podíamos interceptar porque la tal chica a la cual dices llamar hermana no lo era y resultó que es una enemiga de nosotros. Pero ella no lo sabía, de igual manera siempre pasabas tiempo con ella que no podíamos aparecer así como así.

—Bueno, y si ella es “nuestra enemiga" y no sabia que yo era su enemigo ¿por qué no me dejaron seguir viviendo con ella?— interrumpió Corey.

—Por eso mismo, porque no lo sabia y pronto lo descubriría y bueno, a lo que a mi me concierne ella sé enteró hace dos días y lo sabemos porque tenemos un infiltrado que nos lo informó y más cuando su jefe le ordenó a ella matarte hoy mismo apenas volviera de su viaje.– habló esta vez Charlotte.

Corey analizaba cada palabra que ellos le acababan de decir pero a la misma vez trataba de asimilar y adaptarse a esto porque algo si le había quedado claro, tendría que quedarse allí por su seguridad pero, ¿por cuanto tiempo? ¿Seria temporal? ¿Permanente? ¿En verdad estaría seguro allí? No lo sabia pero algo en su subconsciente decía que lo sabría pronto.

—Bien, una ultima pregunta.

—¿Cuál?

—¿Por qué te refieres a mi como “mundano” o “casi mundano"?

Zed no se esperaba esa pregunta, carraspeo un poco y miró hacia la castaña para que esta le ayudara con la respuesta a lo que ella se rió leve.

—Si no me equivoco, ni él mismo lo sabe, la verdad es que aun no tenemos claro si naciste en el mundo alterno o en este mundo, de ser lo primero no estaría mal llamarte “mundano”.–habló Charlotte.

—Esta bien. –dijo el castaño dudoso y con nervios.

—¿Pasa algo?

—Es que quisiera saber o ver como eran mis padres.

El joven alto se levantó de su escritorio captando la atención de aquellos dos frente a él; extendió su mano a la altura de su pecho y de este comenzó a brotar una especie de fuego y chispa, segundos después una foto flotando sobre su mano apareció, este la tomó y se la extendió al chico quien lo miraba nervioso y a la expectativa. Tomó la foto entre sus manos y pudo notar a dos personas sonriendo muy alegres. Había una mujer de cabello rojizo con piel blanca, ojos color avellana, de estatura baja al lado de un hombre moreno y alto de ojos verdes con cabello rubio. No pudo evitarlo y sonrió.

—Tienes sus ojos.–Dijo la castaña.

—¡Oh vamos! Esa frase es muy de Harry Potter.–alegó Zed.

—Yo no decía que sacó los ojos de su madre, sacó los ojos de su padre y además no es mi culpa que casualmente también sea huérfano. –dijo esto ultimo en tono bajo.

—¡¿Podrían disimular por lo menos?!– dijo Corey algo molestó a lo que ellos se miraron quedando serios.

—Bien, ya respondí tus Preguntas y creo que ya Charlotte te podrá llevar a tu cuarto.

—Si, como sea.–habló en una especie de balbuceo molesto.

Charlotte y Corey salieron de la oficina de Zed, iban caminando nuevamente por pasillos solitarios e invadidos por un silencio en extremo incómodo, Corey miraba la foto que aún estaba en su mano y dio un suspiro calmado para luego guardar la foto en una parte de su bolso.

Pasaron al lado de un cuarto que decía en letras rojas y grandes “NO PASAR, SI LO HACES TE ARREPENTIRÁS ”, el castaño con algo de curiosidad comenzó a pensar acerca de que podría haber allí, habían tantas posibilidades pero ¿cómo saber si eran ciertas o correctas? Pero a decir verdad él estaba en un lugar donde cosas horribles podían pasar, cualquier cosa podría ser real.

—Charlotte ¿el nombre que tengo actualmente si es el nombre que me habían puesto mis padres?

Ella se detuvo pensativa, analizando la pregunta.

—A decir verdad solo sabíamos que te llamabas Corey, pero suponiendo que tu padre tenía el apellido Jackson entonces ese es tu verdadero apellido. ¿Por qué? ¿Mónica te tenía con otro nombre acaso?–dijo ella para volver a tomar curso por los pasillos.

—De hecho, si me llamo Corey, pero Jackson no era mi apellido en realidad es Colson.

—Suena patético, no te ofendas.

—No lo hago, igual nunca me gustó el apellido de Mónica y ella lo sabia.

—Que raro.–se detuvo en seco.

—¿Qué cosa?–habló él también deteniéndose.

—Ella no sabia que eras hijo del enemigo mas sin embargo te mantuvo “sin querer” con tu verdadero nombre pero con el apellido de ella. Algo no está bien.

Corey Jackson [Buscando Una Portada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora