Capítulo 1. Acuerdo

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—Tengo algo que decir — Noelia está parada, en medio de la sala de espera,  frente a todos — Hablé con mi padre y vendrá a rescatarme — ella es la muchacha a quien salvé.

Ya han pasado algunas horas desde que todo comenzó.

— ¿Quién es tu padre y como hará eso, hija? — le pregunta don Sebas — las calles están infestada por esas cosas.

— Su padre es él director del departamento de policías — responde él Sr Paranderís dirigiéndose a don Sebas — Ella misma me pidió que lo mantuviera en secreto.

— ¿Y por que querías ocultarnos esto? — Le pregunté confundido, la verdad no lo entendía.

— Eso no importa — dice Noelia — Estuve hablando con él y vendrá con una tropa a rescatarme — sus ojos brillan mientras brinca de alegría.

— Bien por ti, pero...¿Que hay de nosotros? — le pregunta Oscar.

— Le dije a mi padre que estaba con un grupo de compañeros y que estaba segura — empezó hablar Noelia — Dijo que haría lo posible por llevar a todos. Pero... La situación esta muy fea afuera y tardará un tiempo en venir.

— ¿Cuanto tiempo? — preguntó Josefina.

— Dos o tres días — responde Noelia.

— ¡Mierda! — dice él gerente — No tenemos dos o tres días, estamos sin suministros. No hay comida ni para este día.

— En él tercer piso si lo hay — dice Amaranta, que está a mi lado — En la cosina, del tecer piso, hay comida suficiente hasta para una semana.

— ¿Pero como subiremos? — cuestioné su plan — no recuerdas que nos cerraron las puertas, y segundo, como pasaremos por la horda de infectados que esta al otro lado de esas puertas — dije apuntando hacia la puerta.

— Podemos negociar con ellos — dice Vagner

— Vagner tiene razón — continua Amaranta — podrían ayudarnos a subir al tercer piso a cambio que, él padre de Noe, también los lleve.

— No creo que mi padre pueda llevar a tantos — dice Noelia y niega con la cabeza.

— Es cierto, pero una ves que estemos arriba, ya no podrán hacer nada — espeta Oscar — Es una brillante idea Amaranta.

Ciento un poco de celos, pero no lo demuestro. Ella solo agradece.

— Podemos llamarlos desde el teléfono de mi escritorio — sugiere Josefina, en realidad, creo que es la unica manera de comunicarse con ellos.

— Estupendo, vamos hacerlo de una vez — dice él Sr paranderís.

Todos nos dirigimos al escritorio de Josefina. La secretaria llama al piso de arriba pero él gerente le quita el teléfono de las manos.

— Es mejor que yo hable — se justifica él.

El teléfono esta sonando. Después de algunos segundos alguien contesta.

  — ¿Hola? — dice una voz masculina en el teléfono.

  — Soy él Sr Paranderís, él gerente de la empresa, ¿quién habla?.

— ¿Señor Paranderís? Soy Thomás —dice la voz al otro lado del telefono — ¿usted está en el segundo piso?.

— Si, tamb...

— ¿Thomás? — dice don Barrios interrumpiendo al gerente y se acerca al teléfono — ¿ hijo, estas bien?
intenté llamarte pero no contestabas.

Todos no soprendemos, menos el gerente, él conserje jamas nos comento que tenía un hijo trabajando en el tecer piso. Nadie responde y nos quedamos en silencio. Él Sr Paranderís se acerca de nuevo al teléfono y comienza a hablar.

La Nueva Orden ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora