💌 O2.

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Los días siguieron pasando, y durante algunas semanas, más notas aparecieron en mi casillero.

Hasta que fueron 15.

Pensé que después de que se completara su razón inicial para dejarme las notas, no recibiría más.
Y eso en cierto punto me deprimía, esos pedacitos de papel eran lo único que me alegraban el día.

Pero no fue así.

Llegaron dos notas más un mismo día.
Aunque estas eran diferentes.

"Pero no me gusta que pongas una sonrisa falsa cuando te preguntan si estas bien, porque las dos sabemos que mientes.
— L.M"

"¿Sabes qué más no me gusta?
No poder ayudarte.
— L.M"

Y sin querer que fuera así; lloré. Una lágrima se resbaló por mi mejilla, y luego otra. Y así sucesivamente. No me moleste en pararlas, sabia que de todas formas no lo harían, como siempre.

Guarde las notas, como hice con todas las demás.

Las lagrimas al final pararon.
Me dirigí a la cafetería para comer algo, restándole importancia a mis ojos hinchados. Nadie lo notaría de igual forma.

Me senté en una mesa.
De nuevo, sola.
Ya me había acostumbrado.

Llegaron quienes se hacían llamar mis amigas.
Me dijeron cosas horribles.

Y no lo pude evitar; volví a llorar.

Porque sabía que las cosas que ellas me decían eran ciertas. Aquellas voces me decían lo mismo, siempre.

Sin aguantar sus palabras, simplemente con ganas de gritar, olvidar todo o simplemente desaparecer, salí corriendo de allí sin importarme las miradas de los demás.

Entre al salón de música abandonado, lugar donde ya nadie iba.

Agarré la vieja guitarra quien parecía ser la única que no me juzgaría.

Y comencé a tocar cualquier melodía mientras mis sollozos se adueñaban del lugar.

Pero no me había dado cuenta de que alguien estaba ahí esperando por mi entre la obscuridad.

we are made of stars ;; chaelisa O2 ✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora