- Hyung, no puedo hacerlo -murmuró el menor mientras escondía su cara entre sus piernas.
- Claro que puedes -Hyunjin sacó al castaño de su improvisado escondite y le sonrió amenamente, sin mostrar los dientes. Jeongin suspiró en forma de rendición.
Ambos se levantaron del cesped al oír el timbre y se dirigieron a recoger sus libros a sus casilleros que, casualmente, estaban casi al lado. A pesar de que ambos eran conscientes de que llegarían tarde, seguían bromeando mientras se sonreían el uno al otro en el trayecto.
No estaba listo para decirle adiós a esa sonrisa. Jamás lo estaría.
Él mejor que nadie sabía que ese seria el fin, lo único que unía su sombría vida a la de Hyunjin era esa amistad escolar. Es decir, el pelinegro siempre había sido un chico brillante, tanto que incluso él muchas veces pensó que emitía una luz tan radiante que podía dejar ciego a alguien. En cambio, él era una sombra más en los pasillos; habría pasado desapercibido por ahí si no hubiese sido porque la sonrisa de Hyunjin lo iluminó al comienzo de la secundaria.
Él era tan insignificante allí que nadie sabría decir con exactitud cuál era su nombre, así que optaban por llamarle "el amigo de Hyunjin"
No es como si se estuviera quejando. De hecho, le hacía feliz la intransigencia. Con el solo hecho de ser testigo de la existencia de Hwang Hyunjin le era suficiente.- Maldita sea -gruñó mientras pateaba una piedra a la orilla del camino, como si ello fuera a solucionar su infelicidad. En realidad estaba enfadado con la vida, ¿no podía haber sido un año mayor?
Jeongin estaba tan absorto en sus pensamientos que no se fijó donde fue a parar la piedra que con tanto disgusto había pateado segundos antes, no hasta que una voz lo reprendió.
- Malditos mocosos, la juventud cada día está peor -el castaño paró en seco al escuchar aquellas quejas y se quedó congelado. Cuando por fin se decidió a voltearse para suplicar perdón, de un segundo a otro, se encontraba en el piso. Sentía un dolor punsante en su trasero.
- Maldito bastardo loco, ¡¿acaso no ibas a pedir disculpas?! -un tipo muchísimo más mayor (y alto, y musculoso) que él le miraba desde arriba, se sentía como aquel anime donde los gigantes comen humanos.
Para ser sinceros, casi se caga encima.
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Hyung! ; Yang Jeongin
FanfictionDonde Jeongin está aterrado de asistir solo a la escuela.