— Y-yo...y-o lo lament..o —susurró casi inaudiblemente mientras bajaba la mirada al sentirse acorralado.
Los ojos de su contrincante seguían apuntando como filosos cuchillos hacía su persona, la mirada contraria era tan intensa que incluso la sentía clavada en su espalda.Juraría que le dolió hasta la médula.
— ¿Tú qué? no escucho lo que dices, ¿eres tonto o algo? —el tipo de cabello rubio siguió vociferando mientras el menor sentía que moriría ahí mismo.
— Oi, Hoseok —una nueva voz se distinguía entre la vociferación cargada de enojo del rubio y el silencio sepulcral del escolar.
— Vamos Shin, ¿qué haces? —un tipo alto se situó dentro de su campo visual, su mirada era despreocupada y lucía muy frágil.
— ¿Ahora golpeas escolares? ¿¡Eres un maldito criminal o qué?! —los ojos del menor estaban tan abiertos que creyó que se le saldrían los globos oculares.
Observó con admiración a aquel chico, era realmente valiente al hablarle de esa forma a un tipo que fácilmente podría destrozarle la puta cara de un golpe, eso sin tomar en cuenta que el rubio era como tres veces aquel chico castaño.
— No te metas donde no te han llamado, Hyungwon —el musculoso dio unos pasos hasta quedar frente al chico que le había salvado anteriormente.
De repente, el ambiente se cargó de intensidad. Ambos desconocidos se miraban fijamente, como aquellos leones que vio alguna vez en un documental.
— ¿Ahora vas a golpearme a mí? Contrólate, Hoseok. No quiero problemas —escupió tajantemente su salvador.
Jeongin se quedó estático en el piso, temía que si movía un solo músculo el rubio recordara su presa anterior y le devorara.
— Como sea —soltó por última vez el depredador y se alejó caminando. Hasta su caminar era amenazante.
A pesar de que el robusto se imponía en aspecto, el flachucho aquel tenía un aura intrigante, podría llegar a considerarse intimidante. No en el sentido de amenaza como la del rubio, sino un tipo que le helaba aún más la sangre.
Una vez perdió al chico aquel de vista se puso de pie nuevamente. Al reincorporarse el castaño le dirigió por primera vez la palabra directamente a él.
— Disculpa a mi amigo, tiene problemas de ira —comentó calidamente, con una gran sonrisa.
Jeongin se impresionó por lo rápido que cambió el ambiente con ese simple gesto. De un momento a otro se sintió más seguro.Se quedó un momento obervando sus labios, eran rosados y carnosos.
Al sentir la mirada expectante del otro, Jeongin se avergonzó de sí mismo; ¡había estado un buen rato observando sus labios! ¿¡qué iba a pensar de él?!— No te preocupes...la verdad sí fue culpa mía, fui desconsiderado y despistado... —comenzó a divagar con cierto nerviosismo en sus palabras.
Igualmente alejó rápidamente la mirada de la cara contraria. Se sentía muy avergonzado.

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Hyung! ; Yang Jeongin
FanfictionDonde Jeongin está aterrado de asistir solo a la escuela.