ᨳ꒷꒦ ͎ 𝐌𝐎𝐋𝐄𝐒, jingyeom.

OO1

como ya era costumbre, yugyeom tomó asiento en el sofá – de la casa que compartía con sus amigos – junto a jinyoung, reposó su cabeza sobre el hombro de su mayor, mientras soltaba un sonoro suspiro. la mirada de park recayó en yugyeom, hizo una pequeña mueca sabiendo lo que venía.

—¿qué sucede, gyeomie?— el mencionado hizo una ligera mueca.

—es solo que...— se cortó a sí mismo, dudando en si seguir hablando o simplemente quedarse callado. —¿crees que soy lindo?—

yugyeom presionó sus labios entre sí al no obtener una respuesta en el lapso de unos cuantos minutos, justo cuando estaba a punto de retirar su pregunta, el mayor se dignó a hablar.

—¿otra vez problemas de autoestima?— el menor negó sacudiendo su cabeza casi imperceptiblemente, —entonces, ¿qué es lo que te atormenta?—

—no me gusta esto—, señaló el adorable lunar debajo de su ojo, seguido de su frente, hasta señalar todos los que yacían en su rostro.

el ceño de jinyoung se frunció notablemente, para después posar ambas manos en las mejillas del contrario y acerca su rostro al suyo hasta que pudo tener una mejor vista de las hermosas estrellitas que poseía el menor.

—escúchame bien, que no lo repetiré dos veces, mocoso—, kim asintió ligeramente nervioso. —estos pequeños puntitos de luz, son simplemente magníficos, tienes una galaxia en la cual yo me perdería contando hasta la más minúscula estrella destellante. porque para mí, son bellos astros tintineando en la galaxia de tu preciso rostro—, yugyeom abrió la boca queriendo replicar, pero la mirada amenazante de park le hizo volver al silencio. —no tienes porqué sentirte inseguro, yo amo con cada célula de mi cuerpo el admirar tu angelical rostro cuando la luz del sol choca con tu bella carita e ilumina cada pequeño punto brillante—, acarició con dulzura su mejilla, muy cerca de uno de su lunares.

yugyeom parpadeó un par de veces, dedicándole al contrario una mirada llena de agradecimiento y calidez. sin pensárselo mucho se inclinó un poco hacia delante y unió, por una milésima de segundo, sus labios con los de su mayor, provocando que éste sonriera y le devolviera aquel simple, fue un tierno acto.

porque jinyoung ama las pequeñas estrellas sobre el rostro de yugyeom y está siempre dispuesto a ayudar a su amado con cada una de sus inseguridades.