Sherezade... [TERMINADA]

-¡Pero tú no eres como las otras chicas!-.

Capítulo 20.

*3 meses después*

-¿Te parece sí, hacemos una comida familiar?-. Me ahogo con la comida. Daian me da palmadas para toser.

-Perdón, y sí, la haremos cuándo, quieras-. Lo que me gustaría es que como tantas veces, no me dejarán tomar alcohol. El embarazo fue positivo, solo Daian lo sabe, pero si algo sale mal, mis padres lo sabrán.

-¡Hoy la haremos!-.

-Es-está bien-.

-Estás bien te veo un poco…-.

-¡No! Estoy de maravilla-.

-Bueno chicos los espero en mi casa a las 10:00 p.m.-. Mi madre se levanta de la mesa y se va a “un  lugar” según ella.

-¿Cómo les diré?-.

-Hoy es el día indicado, debemos decírselos-. Me aterra que mi padre responda mal. Ahora el departamento de Daian parece un buen refugio. Miro el reloj continuamente esperando la hora.

-Tranquila, no pasará, nada-. El vestido que me puse es suelto, para ocultar mi secreto.

-Creo, que es hora-. Nunca había sentido tanto miedo, pero no hay sentimiento de arrepentimiento, ninguno. Me detengo en la puerta, a pensar en las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida. Suspiro y empujo la puerta, ya entre abierta. Hace tanto tiempo que no vengo aquí, desde esa “noche” nunca volví a dormir aquí. A Ádrian no le he visto en estos meses.

-Daian, debo hacer algo, quédate aquí-. Toma asiento en una silla, admirando el color de las paredes, cada patrón del piso de madera, sonrío y voy a su habitación.- ¿Puedo pasar?-. Entro en su recamara, mi hermano tenía un talento oculto, sabe dibujar.  Hay varios dibujos míos,  con Daian, con nuestros padres y en el último, pareciera que estuve llorando, recuerdo ese día. Muy bien. Pero nunca pensé que él seguiría en casa cuándo me enteré de que estaba embarazada.

Después de asegurarme de que era correcto, fui a mi casa. Y espere a Daian, supuestamente mi hermano debería estar en clases y mis padres ayudando a las demás facciones, ese día lo tenía libre. Y pensé que una pequeña broma no nos haría daño. Me coloque en el piso, una mano sosteniendo mi peso y la otra tapando mi rostro. Escuche la puerta abrirse y chillé más alto.

-¿Qué ha pasado?-.

-¡La prueba dio positiva!-. Grité, me levante para abrazarlo, él me cargo y me beso.

-¿Eso es bueno?-. Preguntó con una ceja levantada. Asentí muy rápido.

Tiemblo con el recuerdo.

-¿Te gustan?-. Volteo y separo la mano de mi vientre, al parecer lo estaba sosteniendo.

-Dime que en realidad, ese dibujo fue de un día totalmente diferente del que estoy recordando-.

-Es el mismo que estás pensando-.

-Ádrian, no les digas a nuestros padres de mi embarazo, por…-.

-¡¿Qué?!-. Al parecer no era el mismo momento.-Dime, que el padre no es… Por Dios Sherezade ¿Qué has hecho?-.

-Lo que me ha dictado el corazón-.

-No, no, no ¿Cómo les dirás?-.

-Hoy les diré, en la cena-.

-Nuestro padre matará a Daian, por favor dime que es broma-.

-No lo es-.

-Y qué tal si él no te quiere en verdad, sí solo quería… eso-.

-Daian no es así-.

-Está bien no es así, lo veremos con el tiempo, pero mis padres no soportaran que su hija de 16 años este embarazada, te obligarán a darlo en adopción y lo sabes-.

-Hay chicas más jóvenes que…-.

-¡Pero tú no eres como las otras chicas!-.

-¿Pasa algo?-. Porque siempre pasa esto, en el peor momento, tienen que llegar mis padres.

-¡Tu hija está embarazada!-. Grita Ádrian.

-Ay no-. Mi madre mira abajo y luego a mí.

-Voy por él-. Mi padre de largas zancadas hacia Daian, corro y me pongo en medio de su camino.

-¡No, no lo harás!-.

-Claro que puedo Zoreen, muévete-. Nunca me había llamado por mi segundo nombre, solo en casos extremos, como aquel en que… ¡olvídate de los malditos recuerdos! Escucho golpes seguido de un disparo, pero no quiero bajar, me da mucho miedo, ver a dos personas agredirse ¿en qué mundo vivimos?

Sé valiente. Bajo las escaleras, y ya es muy tarde.