V- Continentes Gourmets

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PDV León

Se veía tan linda dormida, su pelo violeta suave y lacio, yacía sobre mi pecho, su respiración chocaba contra mi piel, creando una sensación cálida y suave, hogareña y segura; hacía que el contacto del mismo me estremeciera, todo en ella es hermoso, el calor que emana, el aroma que desprende de su aterciopelada piel, los gemidos que salían de su dulce boca...

"Diablos, sí que es buena en la cama" -Tienes razón compañero, es muy buena- "Debes quedarte con ella solo para ti" –Si fuera ten fácil, créeme que lo haría-

Me levanto lentamente de su lado, para no corromper su sueño y me dirijo al baño. Allí, hago mis necesidades, me baño y me cepillo el cabello. De regreso a la habitación de Alexa, mis pies pisan un objeto de forma rectangular, me agacho a recogerlo.

Veo un pequeño cuaderno con tapas negras y muchas hojas, en su portada lleva una imagen bastante erótica, donde se ven dos personas sin vestimenta alguna, besándose de manera fuerte; lo abro y decido leer un poco de su contenido, ya que me intriga; así que escojo página al azar.

"...me besa de manera salvaje, mientras el agua se desliza por nuestros ya húmedos y desnudos cuerpos, su mano viaja hacia abajo de manera lenta y precisa, rozando y calentando cada centímetro de mi piel con ella. Su erección roza contra mi vagina, su mano llega hasta ella y comienza con acariciar mi clítoris, siento como mi sistema nervioso, manda pequeñas descargas por todo mi cuerpo, que lo único que logran es intensificar el calor que recorre por él mismo. Como no me quedo atrás, tomo su miembro con una de mis manos y empiezo a moverlo hacia arriba y hacia abajo, de manera tranquila, nuestros gemidos se complementan en uno y la intensidad sube, al igual que el calor de nuestros cuerpos..."

Cierro el cuaderno y sin pensarlo, lo guardo en mi mochila, algo se me ocurrirá con el cuándo lo analice más tranquilo en mi casa. Vuelvo hasta su habitación y reviso mi teléfono, eran las 3:45 AM, dormiré un poco más y quizás más tarde pueda sorprenderla con un desayuno.

PDV Alexa.

Despierto, gracias a un rico aroma y buen sonido, así que una musculosa negra y unos jeans del mismo color son debidos para la ocasión, me aseo, cepillo dientes y cabello y voy hacia la cocina. "Toxicity" de System of a Down suena en mi equipo de música, metros más adelante observo a León dándole a Cerati una galleta, mientras prepara algo que se ven como tostadas con café y jugo de fruta exprimido.

-Buenos días hombres territoriales que invaden mi hogar con su presencia- digo a manera de broma, mientras dejo un suave beso en la mejilla de León, y una cálida caricia a Cerati.

Cerati, es mi salvador; llego cuando más lo necesité, a pesar de ser un perro con raza, no tuve que gastar dinero para obtenerlo.

"Una mañana que me dirigía hacia la universidad para inscribirme, veo un cartel que decía: "Criadero de Gran Danés, 100 M", sigo por donde la flecha del cartel me indicaba y llego a una quinta, de un tamaño no tan grande, allí bajo y busco al propietario del lugar, junto con los ladridos de los canes, llega una señora de baja estatura, pelo rubio, ojos verdes, y cuerpo ancho.

-Hola querida, buenos días, ¿qué andabas buscando? - dijo de manera cálida y agradable

-Hola vengo por el cartel que leí hace unas cuadras atrás, ¿este es el criadero de gran daneses? -

-Claro que si bonita, conocidos también por dogos alemanes o alanes alemanes, son compañeros muy cálidos y guardianes, ¿quieres ver la última camada nacida? -

-Por supuesto que si- digo convencida de que me llevare un nuevo integrante a casa

Al llegar a las jaulas donde los tenían separados, veo un montón de cachorros de gran danés, con sus suaves pelajes de diversos colores, pero un sonido en forma de lloriqueo me lleva a otra jaula separadas de las demás. Ahí vi, lo que yo buscaba, un pequeñín juguetón, cubierto de un manto negro con algunas manchas blancas, sin embargo, este tierno cachorro tenía un defecto: solo tenía un ojo, el otro estaba aun con 3 o 4 suturas. Aun así, logro ganarse mi corazón.

Mi diario de fantasiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora