III- De restaurantes y bares

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El resto de la semana paso de manera lenta para mí, suponiendo que estaba ansiosa porque después de mucho tiempo un chico pisaría mi casa. A León me lo cruce solo en las clases de ingles y francés, definitivamente este chico no hace la misma carrera universitaria que Abby y yo, también nos juntábamos en el almuerzo y horas libres que teníamos, estábamos entablando una buena amistad.

-León, me he dado cuenta que no estas en todas nuestras clases- comenta Abby.

-Lo sé, lo sé, olvide decírselos chicas- dijo el suspirando -Estoy estudiando Marketing Internacional y por lo tanto necesito aprender ambos idiomas y por ello nos cruzamos ahí.

-Ahhhhhhhhhhhh- dijimos al unisonó con Abby.

Los tres reímos ante nuestra expresión como si hubiésemos descubierto algo increíble. El almuerzo estaba acabando y tuvimos que volver a nuestras clases.

-Nos vemos por la tarde Alex!!- dijo de manera entusiasmada

-Luego nos vemos- digo neutra, aunque por dentro me estuviera muriendo

-Oye te gusta ese chico- mi mejor amiga me saco del trance bobo

-Abby! ¿Como puedes decir eso? -digo sorprendida- No me gusta, solo me parece atractivo y violable- rio sensual.

-Alexa!!! Somos mejores amigas desde 6 años, te conozco lo suficiente para decir que te gusta ese chico- menciona de modo que me gana esta vez.

-Esta bien, tu ganas amiga, me gusta- le tapo la boca antes de que pueda gritar- pero ni se te ocurra mencionárselo, quiero jugar un poco con el- saco mi mano de su boca lentamente

- ¡Oye! Eso es malvado- frunce el ceño ante lo que dije antes

-No le dijiste eso a los idiotas anteriores que jugaron conmigo- digo recriminándola.

-Amiga, si pudiera juntar a esos idiotas en un ring con Mike Tyson y ver como los mata de una paliza, lo haría. Pero...- dice dejando misterio.

-Pero ¿qué?  No es correcto terminaríamos mal, ¿no? - digo intentando adivinar.

-Pero, Mike Tyson se retiró y colgó los guantes, así que no-

Me quedo viéndola con la boca y ojos muy abiertos.

"Quien pensaría que podría ser tan macabra y turbia, tu mejor amiga, ¿eh?"- ahh ya cállate tú eres igual. "Ahhh y tú no?"

Doy por terminada la conversación con mi conciencia y nos dirigimos a clase.

Termino al fin la semana y fui a mi casa para acomodar un poco todo.Cuando llegue limpie la cocina y comedor, acomode un poco mi habitación por las dudas y saque a dar una vuelta a Cerati.
Es divertido sacarlo a pasear porque a la gente no sé qué le es más impresionante, el hecho de un perro con el porte de un caballo o la dueña del mismo. Cuando regrese a mi departamento, mientras esperaba a León, abrí mi diario y comencé a escribir:

"En la cocina: mientras estoy preparando el desayuno o cena con un pequeño vestido encima, siento unas manos en mi cintura y un cálido aliento en mi cuello, me besa el mismo y recorre con sus manos mi cuerpo, lentamente acaricia mi cintura, baja de a poco y llega a mi cadera que con sus fuertes manos aprieta, luego baja  un poco mas y toca mis nalgas, mientras que yo largo unos suaves gemidos y aprieto la mesada con mis manos. Mete sus manos por debajo de mi vestido y toda mis nalgas desnudas sin tela de por medio, baja mis bragas y acerca su miembro hacia mí, apretándolo para que yo lo sienta como esta, se aleja, acerca unos de sus dedos cerca de mi intimidad y comienza a acariciar mi clítoris de manera rápida, mientras yo gimo , el sigue besando mi cuello y tocándome, siento cuando deja de tocarme el clítoris para sin piedad meter dos dedos dentro de mí, suelto un grito de placer ante tal acción tomada por el, comienza a meter y sacar los dedos de manera rápida y profunda, y con su otra mano toca mis seno derecho, sostengo con cada vez mas fuerza la mesada de la cocina, siento un ardor en mi estomago y vagina que me indica que estoy por llegar al orgasmo, el se da cuenta, entonces saca sus dedos, se agacha, aferra sus dos manos a mi cintura y pone su cabeza debajo de mi vestido y siento como la humedad de su lengua esta cerca de mi vagina, sin nada que decir comienza a comerme la vagina con su rica lengua, sigo gimiendo cada vez más fuerte, mientras el está jugando con su lengua y apretando mi cintura como si no quisiera salir de allí, mis espasmos avisan que estoy por venirme, entonces quita su boca y dice:

Mi diario de fantasiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora