Capitulo 7

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Daniela.

Una risa salió de mis labios, viendo al paciente tímido. Comencé a revisar el suero su signos vitales, justo estaba a su costado cuando por fin hablo.

-Jimin.

- Esta bien Jimin. .- Sonreí tratando que se sienta cómodo.

Deje la tablilla en la pequeña mesa, no sin antes checar que medicamentos le debían dar para acomodar mi reloj y estar atenta.

-¿Ya han venido a entregarles sus medicamentos?

Aun le daba la espalda checando, que todo estuviera en orden.

-Si.

Asentí, y volví a verlo.

-Ya que todo está en orden, dime ¿hoy vendrán a visitarte?

- Si, siempre están aquí para ayudarme.

Al menos alguien es feliz.

- Me alegra que tu familia sea unida.

Una sonrisa brotó de mis labios una sincera por supuesto.

-Gra...

Un fuerte golpe hizo que callara, nos quedamos en un extraño silencio hasta que un fuerte grito nos hace movernos.

¿Y ese ruido?

Estaba confundida se supone que no debe haber ruidos parecidos, lo primero que miro es al rubio frente mío en su cama. Sus ojos abiertos a más no poder, estaba sorprendido y asustado.

- ¿Que fue eso enfermera?

Su pregunta me hizo reaccionar.

- Tranquilo iré a ver qué sucede- dije para brindarle un poco de tranquilidad.

Más bien para que me tranquilizara.

Salí al pasillo, el golpe se había oído en los pisos de abajo, por el pasillo no había nadie, los cuartos cerrados y posiblemente las enfermeras dentro, me dirigí a las escaleras pero antes de poder bajar un escalón escuche como algunas personas subían.

Como buena persona entre en pánico, pero pude dar unos cuantos pasos no tan ruidosos para poder correr de ahí.

Antes de que pudiera correr los escuche hablar.

-Recuerda habitación 64

Siendo una voz grave, debía ser un hombre. O una mujer no tan femenina.

Di el último paso y salí corriendo, como aun no me encontraba fuera de pánico regrese a la misma habitación.

Al entrar a la habitación cerré la puerta detrás de mí. Aun estando toda agitada me recargue en la puerta tratando de recuperarme.

Al ya estar bien y ver menos susto en los ojos del rubio, se escucharon gritos y enseguida un disparo.

"Mierda"

Jimin al distinguirlo se levantó de un salto. Corrí al pequeño closet para tomar la ropa que le habían llevado al rubio y lanzársela. Un pantalón de mezclilla y camisa negra me eran suficientes.

-Me están buscando- dijo Jimin después de tomar la ropa.

- Haber - alce la voz - ¿También te buscan?

Ya no se si sentirme tranquila o más preocupada.

- Tengo que salir de aquí o me matarán - Me quedé quieta un par de segundos.

Al ignorar mi pregunta, sonó más alterado. Bueno y quien no si estas al borde de la muerte.

Un segundo disparo me despertó del trance.

Debo salir de aquí.

- Me tengo que ir.- Le dije a Jimin.

- No me puedes dejar ¿no escuchaste lo que dije? ¡Me van a matar! - Me dijo suplicante.

A el aun le faltaba la camisa y ya no podía esperar. Aun dándole la espalda hable.

- No puedo llevarte conmigo - Al terminar la frase salí de aquella habitación dejando al chico atrás.

Debería decir que me siento mal, pero bueno, no puedo pedir milagros.

Al salir de la habitación fui directamente al segundo cuarto de seguridad el primero estaba en la planta baja que por obvias razones no podía ir.

Al llegar desactive las cámaras, claro no sin antes ver cuantos malos habían en el edificio, y para mi suerte eran demasiados.

Por lo menos en el piso en donde me encontraba no había tantos, así que pude esquivarlos con facilidad al salir.

En estos casos hay dos tipos de personas; La valiente que lleva con ella hasta 20 personas y vence a todo el mundo pero que al final muere.

O la cobarde quien se esconde y sobrevive.

Yo obvia escojo la segunda.

Enseguida me dirigí a las escaleras, para decidir si subir o bajar. Cuando escucho una pelea un algo violenta, me acerco cautelosamente para ver quien iba ganando, cuando veo a la persona que enserio no creí si quiera que saliera de ese cuarto.

- ¿Qué haces aquí?- le dije, debo admitir que bastante sorprendida.

- También tengo que sobrevivir ¿No?- Jimin con una estúpida sonrisa ladeada me contesta.

-Debo admitir que tienes agallas.- El aun tenia al hombre agarrándolo por el cuello de su camisa.

Y antes de contestarme, toma impulso y lo suelta, haciéndolo que cayera por las escaleras.

-Gracias. – Palmo sus manos con cuidado quitando el polvo de ellas.

Camino los cuantos escalones que quedaban para poder llegar hasta a mí, y mirarme, abrió su boca para hablar cuando lo interrumpieron.

-¿A dónde van con tanta prisa? - Una tercera voz nos hizo helar la sangre.

Volteamos lentamente

- Miren hemos encontrado a las únicas personas que buscábamos – La misma voz pero ahora se dirigía a dos personas detrás de él.- Es hora de que ambos paguen por lo que han hecho.

En un rápido mobimiento saco una pistola de sus pantalones  apuntando directamente al rubio.

"Mierda"



🍃

¡Hola!

Espero que les haya gustado el capítulo ;)

Gracias por sus estrellas, en verdad que me ayudan a seguir :3

Nos leemos.



Angie



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