(Derrumbe emocional)

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Estaba reclinada en mi silla y observaba agudamente a mi tío Peter que bebía de su copa de vino  caro, cuando sentí la perturbación en las barreras que Stiles había insistido en levantar alrededor de la cabaña en el bosque, quería que fuera un refugio seguro. Me senté correctamente interrumpiendo a mi tío Peter en media frase, y deje caer mi propia copa. Cuando una oleada de agonía me recorrió a través del vínculo de sangre que el castaño había creado, para su seguridad y la de mi hermano. Era tan fuerte que por una fracción de segundo me dejo tambaleándome.

Tan pronto me recupere salí corriendo del Loft y me adentre en la reserva a toda velocidad, no podía correr tan rápido para llegar allí como quisiera y tenía que pagar con sangre para llegar detrás de las barreras, porque los sellos se habían dibujado a propósito para ocultar la cabaña del exterior. Volé más que corrí entre los árboles y la maleza, solo vagamente consiente que Peter me seguía. Solo tarde un momento en comprender que sucedía cuando llegue al lugar. Stiles estaba tendido en el suelo, cubierto de sangre rodeado por un fuego mágico que lo estaba consumiendo.

Una bruja estaba sobre él sosteniendo una soga en su cuello y un cuchillo mientras se reía de Derek que tenía una expresión de terror en su rostro y un moretón en su mejilla. Un demonio estaba sujetando a mi hermano para que no pudiera moverse. La maldita bruja estaba riéndose de él, burlándose de él, diciendo algo acerca de su papá; no me detuve a escuchar los detalles. Ataque. La furia fría me invadió, me lance hacia delante y apuñale a la bruja en la garganta con mis garras. Sin embargo la muy perra me sintió una milésima de segundo antes, dándole tiempo a moverse casi metafóricamente pero fue suficiente para que Stiles se liberara de su poder.

Se sacó la soga del cuello y prendió fuego a sus manos, su mirada más oscura que cuando había sido poseído por el Nogitsune. Levanto ambas manos hacia la bruja como si la sujetara con cuerdas mágicas y le prendió fuego, una brillante luz blanca destello y la bruja estallo en un espasmo consumiéndose. Sin embargo Stiles debió haber utilizado toda su magia en lo que sea, que le hizo a la mujer, porque una vez que había terminado el trabajo se desmayó inconsciente. No me detuve a ver que cayera al suelo, sabía que estaba herido pero bien; me gire para enfrentar al demonio que amenazaba a Derek pero Peter ya estaba allí, apuñando al demonio con sus garras en su vientre.

Derek estaba ahí mirando sin comprender, agachado mirando fijamente a Stiles. –Derek. ¿Cariño, estas bien? –le pregunte dando un paso rápido hacia adelante. No recibí una respuesta. Derek ni siquiera me miro. Simplemente siguió mirando a Stiles. Extendí mi mano y toque su hombro con suavidad, haciendo una mueca cuando él se estremeció ante mi toque. Algo había salido muy mal aquí. No tenía que ser un genio para saber que el cachorro dentro de Derek estaba traumatizado por lo sucedido, solo que no sabía cómo afectaría a mi hermano. No solo habían atacado a Stiles sino que Derek no había reaccionado como un hombre lobo, si yo y Peter no hubiéramos aparecido quien sabe qué habría pasado. 

Por mucho que quisiera hablar con Derek al respecto, Stiles estaba herido, necesitaba que lo viéramos primero. –Peter, trae a Derek a la cabaña –le ordene mientras cargaba en brazos al chico castaño que mi hermano adoraba, hasta la cabaña de mi familia. Le pedí a Derek que se sentara en el sofá y nos esperara mientras subía a Stiles a la cama en el segundo piso. Le pedí a Peter que vigilara a Derek luego me acerque a revisar las heridas de Stiles. Se veía horrible. Había sido apuñalado con un cuchillo mágico que lo más seguro es que lo había drenado de sus poderes, impidiéndole actuar. Además había otros cortes profundos, sin embargo no había huellas del fuego en su piel, lo cual es demasiado interesante para distraerme por un segundo.

Apreté los dientes, deseando que ambas criaturas estuvieran vivas solo para volverlas a matar con mis garras. Había poco que pudiera hacer por Stiles en este estado, el tiempo y su chispa finalmente curarían el daño que se había hecho. Todo lo que yo podía hacer era limpiar y vendar las heridas para que no se infectaran. -¡Dios, Stiles! Realmente lo has hecho esta vez, chico. –dije malhumorada. Me tomo algo de tiempo vendar todas las heridas y dejarlas perfectamente limpias. Stiles permaneció inconsciente durante todo el proceso, la única señal de que estaba vivo era su pulso y la forma en que fruncía la frente por el dolor. Lo único que quedaba por hacer era que Stiles recuperara su fuerza vital poco a poco. El proceso fue tedioso y llevaría horas si no es que días.

Pequeño LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora