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[1, 2, 3... el viene a por ti]

Hacia frío y pequeñas gotas de lluvia humedecían sus hebras negras, miró al cielo y se dio cuenta de que las nubes habían cubierto el sol sin que él lo notara pues iba perdido en sus pensamientos, en el último exámen próximo y las horas que perdería por aceptar la tonta apuesta de Hoseok. Algo en su interior le gritaba que no debía hacerlo, que sería mejor quedarse en su casa, encerrado en su cuarto perdido entre libros. Pero sabía que Hoseok le iría a buscar a las ruinas de lo que alguna vez fue el gran cntro comercial Mujin una vez las dos horas pasaran por lo que no podía mentirle, se daría cuenta de que no había ni pisado el lugar.
Suspirando siguió su camino, un par de cuadras después comenzó a ver carteles de las numerosas manifestaciones en contra de la aseguradora y dueños, los acusados de ser responsables de la muerte de cientos de personas. Los recuerdos de lo que fue dicha tragedia vinieron a su mente, el estruendo por el derrumbe, sirenas de bomberos y ambulancias y los llantos desesperados de las familias preguntando por sus hijos. Esa era una herida difícil de sanar para la poblacion Coreana que habitaba en su localidad. Los medios habían cubierto todo por pedido de los CEO quienes no querían verse perjudicados, algo así como meter la basura bajo la alfombra después de barrer, por lo que la situación nació y murió en los pechos desgarrados de las familias y conocidos. Es por esa razón que se afirmaba fuertemente que las almas errantes deambulaban por el lugar, pesadas en pena y hundidas en la oscuridad.
Jungkook no creía del todo en ello, simplemente no le interesaba saber que ocurre una vez la muerte material de nuestros cuerpos ocurre, pero ya no podía dar marcha atrás. No cuando se encontraba apartando las características cintas de peligro y abriendose paso hacia las ruinas.

El lugar era tétrico y lúgubre, perdido entre las sombras. Jungkook caminó cuidadosamente por el destruido sendero de mármol hacia la gran puerta principal. El vidrio destrozado en miles de pedasos crujia bajo sus pies, siendo el único sonido que acompañaba su andar.

ㅡ Maldición Hoseok.

Jungkook lanzó una maldición al aire al ver numerosas cadenas bloquear la entrada, pasó su mano por sus cabellos exasperado, estaba harto de esta situación y apenas había llegado.
Pensó que quizá habría una entrada alternativa, debido a que según decían habían ingresado al lugar numerosas veces.
Encendió la linterna de su celular y comenzó a costear la construcción, metros hacia la izquierda encontró un pedazo de pared derrumbada la cual dejaba un espacio donde su cuerpo podría ingresar perfectamente.
Sin pensarlo más, entró. La oscuridad lo absorbió durante su caminar a pesar de que su linterna seguía prendida, era imposible ver algo, esperó unos minutos a que sus ojos se acostumbraran y comenzó a caminar.
Numerosas paredes con dibujos oscuros y de sectas le saludaban a cada paso, pudo observar también algunos restos de liquidos y botellas de alcohol, como así también retazos de tela y colchones usados.

ㅡ Tsk, aquí apesta a muerte.

Nuevamente en su cabeza se repetían maneras de cobrarsela a su amigo por hacerle venir a este lugar. La idea de obligarlo a dejarse maquillar por su hermana le tentaba demasiado. Sólo el imaginar a Hobi quien siempre dice que nadie brilla más que él, cubierto de gliter le hacía saber que valdría la pena pasar las siguientes dos horas aquí.
Negando con su cabeza siguió caminando, decidió que sería buena idea tomar un par de fotos y así que no quede ni una pisca de duda sobre su visita.
Apagó la linterna de su teléfono e ingresó a la aplicación para lograr su comedido, en el momento en que el flash hizo presencia también algo lo hizo. Jungkook cerró con fuerza sus ojos y volvió a abrirlos para tomar otra foto mientras caminaba lentamente hacia atrás, juraba que había visto algo en el último destello de luz por lo que comenzó a hacer lluvia de fotos.
Su paranoia aumentó cuando unos caños hicieron ruido metros detrás de él, giró sobre sus talones rápidamente y tomó otra fotografía pero en ese instante sus extremidades parecieron congelarse al sentir algo a su lado.

¿Te atreves? | Jjk+pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora