Todas las almas son recompensadas con un cuerpo, éstos deben estar cuidados y deben evitar contraer terribles enfermedades como el SIDA o el cáncer.
Por desgracia, yo he sido una de esas personas con demasiada mala suerte y a los 15 años me han encontrado un "pequeño bulto en el pulmón izquierdo". Pero ese pequeño bulto iba aumentando cada vez más. Lo bueno del cáncer es que no sientes dolor pero si tienes otros síntomas, como la tos o los estúpidos cambios de voz.
Cuando me dijeron lo del "pequeño bulto" me asusté, pero con el tiempo mi miedo fue disminuyendo. Ya sabía cual iba a ser el resultado de esta situación, la muerte.
Pero había una persona más asustada que yo, mi madre. Ella siempre me presiona con que salga más para distraerme o para tomar el aire. Pero el hecho de salir por esa puerta y recibir todas las miradas de la gente me incomoda y me quita las ganas de salir a tomar el aire.
Otro gran apoyo que tengo son mis amigas, ellas nunca mencionaban mi enfermedad, solo me querían hacer olvidar y pasarlo bien.
Yo intentaba llevar mi vida lo más "normal" posible pero cada vez que pensaba en mi muerte se volvía todo negro y quería morirme antes de lo previsto.
Llevo toda mi vida intentando integrarme en la sociedad, refiriéndome al instituto pero la gente lo único que hacía era excluirme o tratarme como un bicho raro. Las pocas personas que sabían de mi enfermedad, la utilizaban contra mí, y eso me mataba, solo hacía que mis ganas de morir aumentasen. Pero luego llegó el a mi vida.